Colaboración de Paco Pérez
Los
grandes hombres de la historia de la Iglesia siempre han elaborado frases con
las que intentar explicar el gran misterio de la “Santísima Trinidad” y hacerlo más entendible a los hombres. Si lo logramos
entonces sería importante que nos convenciéramos de que el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo forman una misma unidad y que ésta se han ido manifestando al
hombre por separado y en el momento adecuado, es decir, cuando hacía falta y de
la manera más fácil. La Biblia es un
camino útil para comprobar si lo que afirmamos es o no es verdad, pues seguiré por
ese camino para ayudar a su comprensión: