Colaboración de Paco Pérez
RESPONDERLE, O NO, ES DECISIÓN NUESTRA
El
Señor nos conoce interiormente y llama a quienes tienen una disposición
favorable para defender la “verdad”
siempre, tenemos el ejemplo de Moisés.
Él dejó todo lo que los hombres
ambicionan, el poder y la riqueza, le escuchó su propuesta de sacar a su pueblo de Egipto, se dedicó de manera total a
servirle y fue acosado por quienes
liberó, a pesar de hacerlo con acierto, porque ellos no se conformaban con lo
recibido del Señor. Moisés sufría y Él le hizo la promesa de formar un “Consejo de setenta ancianos” para que le ayudaran, deberían ser sabios, justos, honrados y expertos pero no tenían por qué ser
mayores. Esta institución permaneció
operativa en las comunidades cristianas
y ayudaba a quienes las dirigían.
Moisés renunció, en Egipto, a mucho para servir a quienes
sufrían la opresión pero ellos, muy pronto, se olvidaron de las penalidades que
les infligieron, añoraban los alimentos que comieron allí y comenzaron a rechazar los
que el Señor les daba en el desierto.