Colaboración de Paco Pérez
De
nuevo, se nos propone la pobreza como
tema de reflexión. Jesús ya nos mostró su preocupación por el prójimo, un
mendigo siempre lo es, pero la realidad nos enseña que la sociedad sigue siendo
injusta con él.
Para
entender mejor el tema no tenemos que olvidar la historia y, recordándola, por
ella sabremos que Dios siempre colocó al hombre en el centro de su proyecto,
quería que fuera feliz, pero el hombre no se conformó con lo recibido y su
egoísmo lo llevó a querer más, ahí estuvo el origen del problema y aún
continúa. Para conseguir lo que desea no duda en eliminar las normas justas
establecidas para poner las suyas, las que lo favorezcan a él.