Colaboración de Paco Pérez
El
pasado 20 de noviembre, al amanecer, las ondas radiofónicas recordaban a los
españoles en sus informativos que un 20 de noviembre de 1975 moría Franco.
En
ese momento el recuerdo me hizo revivir algunas escenas de aquel día en el
pueblo y en la TVE. Retomé el tema unas horas después, exploraré el “calendario de la historia” y, cuando lo
hice, éste continuó alumbrándome más noticias relacionadas con otros hechos
históricos que también ocurrieron en un día 20 de noviembre, el motivo de mi
consulta. Hay muchos más acontecimientos que también están expuestos en el
panel de la historia pero, como traerlos a todos no es el objetivo y os
cansaría, sólo os voy a proponer algunos con los que poder respaldar el
planteamiento de mi escrito:
Día Universal
del niño
Se
recuerda a la personas que los niños son los más débiles y por tanto los que
más sufren los problemas.
Todos
los niños tienen derecho a la salud, la educación y la protección.
Nacimientos:
En
1889 nació Edwin Powell Hubble, astrónomo estadounidense que demostró la
expansión del universo. Se le considera el padre de la cosmología
observacional.
Hechos
históricos:
1815. Francia, después de la derrota que recibe en Waterloo por las
tropas del ejército imperial, se ve obligada a firmar un tratado de paz en París en el que los países aliados le imponen
durísimas condiciones: [Volver a sus
antiguas fronteras, pagar indemnizaciones, devolver las obras de arte
incautadas…].
1910. En México se inicia la “Revolución armada” y Francisco Madero publica el "Plan de San Luis". Este Plan provocó una guerra civil de casi
10 años de duración.
1945. Se abre en Nuremberg (Alemania) la sala del Tribunal Militar Internacional para
juzgar los “Crímenes de Guerra”
cometidos por la Alemania nazi.
Obituarios:
1764. En la ciudad
de Moscú (Rusia) fallece el
matemático prusiano Christian Goldbach.
Conocido por esta Conjetura:
[Todos los
números pares mayores que 2 pueden ser representados como la suma de dos
números primos.].
Hasta
la fecha, nadie ha refutado ni demostrado la veracidad de la misma.
1936, durante la
Guerra Civil Española. Buenaventura
Durruti, sindicalista y anarquista revolucionario, fallece por las heridas
recibidas durante la defensa de Madrid (España).
1936, los
republicanos fusilan a José Antonio
Primo de Rivera, fundador de Falange, en la cárcel de Alicante
(España).
1975, muere el
general y dictador Francisco Franco
en Madrid (España).
Estos
hechos confirman por sí solos que el día no es el importante, lo es el
acontecimiento y el personaje que lo protagoniza, y que ambos convierten las
fechas en importantes o en inadvertidas. La del 20 de noviembre ya había sido
encumbrada con anterioridad a la muerte de Franco, Durruti lo era para la
izquierda y José Antonio para la derecha.
Se
comentó en su momento que la muerte de Franco se controló por los médicos para que
éste no muriera hasta ese día y así, su muerte, ocuparía el primer plano de la
actualidad nacional de esa fecha en el futuro. El pasado 20, en un debate,
escuché una entrevista con el doctor que atendió a Franco en sus últimos días
de vida y él negó esos comentarios que se habían difundido en su momento.
Lo que me ha movido a escribir este post no es el recuerdo de la muerte de
Franco sino lo que supuso para el pueblo
español.
Ese
día, tal vez, los españoles no nos comportáramos de manera unánime con la
noticia de su muerte y, por esa discrepancia, una buena parte mostraran la
parte negativa del ser para recordar a la sociedad, por si no tenían memoria
histórica o no lo habían vivido, las cosas malas que hizo y lo harían arropados
con la bandera del odio y del resentimiento, los peores compañeros que podemos
tener para tomar decisiones. Éstos, como lo consideraban un asesino pues, tal
vez, bebieron ese día para celebrar su muerte.
Por
la acera de enfrente pasearían compungidos quienes, añorantes del régimen que
gobernó España durante ese tiempo, porque considerarían que lo hizo bien o porque
se beneficiaran de alguna ventaja, y éstos, tal vez, lloraron. Si lo hicieron fue porque lo idolatraban y, para ellos, murió
la persona que, sin recibir ayudas del exterior; sacó a España, con disciplina
y esfuerzo, del pozo de la destrucción en que caímos después de la Guerra Civil
y, poco a poco, nos llevó hasta una situación de estabilidad económica y social.
Entre
ambas posturas nos encontramos ahora otras muchas personas, no tantas como
ellos, pero creo que, aunque fuéramos sólo unos cuantos, por el simple hecho de
pensar diferente también merecemos
que nuestro posicionamiento, basado en un pensamiento
libre y sin ideología, sea respetado
por quienes están amarrados, sin cordeles, a las ideologías que esclavizan al hombre.
En
este grupo estamos quienes rechazamos a los que enturbian la convivencia en
nuestros días. Lo consiguen quienes, reverdeciendo lo malo del pasado, se
alegran en este día de lo ocurrido unos años antes, algo que no se debe de
hacer nunca porque reabren las heridas que habían cicatrizado y porque no fue
vivido por la mayoría de los españoles, aunque tengamos algunos años de más. Enturbian
el ambiente, quienes siguen manifestándose añorantes de otros tiempos y utilizan
los símbolos que caracterizaron al franquismo; como si el escudo, la bandera o
el himno no fueran de todos los españoles. También es lamentable el
comportamiento de quienes usan la bandera republicana para reivindicar, de
manera particular o en actos públicos, el modelo de gobernanza nacional que propugnan
sus partidos políticos.
¿Por
qué opino así?
Porque
ambas posturas no son democráticas pues olvidan, con su comportamiento
sectario, que el censo electoral de la nación es quien decide y en el marco de
la Constitución, qué modelo es el que debe guiar nuestro camino. Los
comportamientos de quienes actúan fuera de la legalidad, aunque no los
sancionen a pesar de hacer motivos, están siguiendo los ideales de los
totalitarismos que han llenado el mundo de desgracias y, si mis palabras no se
entienden bien, entonces les pregunto recordando al pasado… ¿Es tan mala la democracia que tenemos como
para preferir romper lo logrado e
instaurar otros modelos antidemocráticos?
Por
ejemplo, el Sr. Pablo Iglesias debe pensar que sí porque le encanta el modelo
de Venezuela… ¿Deseamos los españoles
ser gobernados con un modelo de estado que anula las libertades, que amenaza
sacar el ejército a la calle si en las próximas elecciones pierde Maduro y gana
la oposición, que los supermercados estén sin alimentos…?
Pues
este señor llama casta a quienes nos gobiernan en alternancia después de que
desapareciera Franco. Es cierto que la corrupción la han convertido en
normalidad muchos de ellos, no todos, pero rechazo el ideal de Podemos porque el
ejemplo de Grecia sería nuestras consecuencias, son utopías no válidas y porque
confío en que algún día tendrán los partidos corruptos actuales la honradez de
legislar para que esta práctica sea un mal sueño que se acabe en la próxima
legislatura… ¡¡¡No quiero más dictaduras
en España y tampoco en Cuba o
Venezuela pero los de Podemos aman estos modelos!!!
En
la mañana del 20 de noviembre escuché, en una mesa de debate radiofónica, a Joaquín Leguina, socialista de corazón y
primer Presidente de la Comunidad
Autónoma de Madrid entre 1983 y 1995, pues bien, una vez más comprobé que este
señor tiene las ideas muy claras y que, cuando habla o escribe en los medios,
siempre lo hace para construir y no para favorecer a su partido, cosa que no
hacen otros. Sus palabras fueron una lección para el pueblo español de cualquier
ideología, nos dijo: [Lo más importante
de aquel 20 de noviembre de 1975 no fue la muerte de Franco, sino lo que vino
después de ese hecho natural, la “RECONCILIACIÓN NACIONAL”.].
Otro
ejemplo que refuerza cómo piensa este señor… ¡¡¡Declinó la invitación que le hizo Ciudadanos para encabezar su
candidatura a la alcaldía de Madrid en las pasadas elecciones municipales!!!
Tomó
esa decisión porque, aunque reconoce que está próximo a ellos, su casa sigue
siendo el PSOE.
A
este comportamiento le llamo tener coherencia
y sensatez y a la de los otros sectarismo. Joaquín Leguina es un señor que por encima de todo ama a su patria,
España. Cuando le llegue la hora de votar apoyará al PSOE pero cuando se trate
el tema de la unidad o el de la fecha histórica del 20 N, como hace unos días,
entonces se olvida de los manoseados tópicos de la izquierda: fachas,
franquistas, dictadores, derechona... ¡¡¡Y pondera lo importante que nos trajo,
la “RECONCILIACIÓN NACIONAL”!!!
Yo
me pregunto… ¿Por qué usan esas
terminologías, y no esta realidad, cada cierto tiempo o vuelven a reactivar la
“memoria histórica”?
Lo
hacen para obtener rentabilidad electoral y, en ese tema, Francia nos ha dado un ejemplo con el atentado, todos los políticos han cerrado filas con quienes
gobiernan, en este caso los socialistas. Han actúan así porque los franceses sí
tienen sentido de nación, aquí no y sólo se preocupan algunos de que su partido
gobierne y cómo lo hace después ya no les preocupa. La demostración de lo que
digo la tuvimos en España cuando el atentado del 11 M en Madrid, la izquierda
movilizó la calle para cambiar la intención del pueblo español y ganar las
elecciones, lo que consiguieron.
¿Qué
ganamos los españoles con esa manipulación disfrazada de indignación?
Que
nos desgobernara, durante OCHO años, el señor Zapatero. Ahora, que cada lector
medite sobre las consecuencias de una irresponsabilidad ciudadana a la hora de
votar.
Finalmente,
reflejaré otra perspectiva diferente sobre el 20 de noviembre y lo haré desde
el HUMOR. Desde hace bastante tiempo
se viene publicando en los medios, como arma publicitaria… ¡¡¡España es diferente!!!
Como
prueba de ello está el mensaje, foto y texto, que corrió por Washapps:
Franco
estaba en la estación esperando la llegada del AVE que hace el recorrido
Madrid-Barcelona y un señor se le acerca y le pregunta:
-
¿A dónde va usted vestido así?
–
Voy a Barcelona, tengo que resolver un asuntillo con el señor Mas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario