Colaboración de José Martínez Ramírez
Dedicado a mi
profesora, Dª Mari Paz, como muestra de respeto y cariño.
Con
su traje verde y sus dedos blancos de tiza
-las
tibias flores de almendro la regresan-
la
profesora, entre la tristeza y la alegría,
cargada,
por un puñado de rosas, de entereza,