jueves, 1 de mayo de 2014

¿El 1 DE MAYO LAS COSAS SIEMPRE SE HICIERON ASÍ?

Colaboración de Paco Pérez

Bajo los nublos no ocurre nada nuevo desde hace ya muchos años porque las películas que nos proyectan son iguales y lo único que cambia es la forma de anunciar el espectáculo. Digo esto porque, siendo mayor y no anciano, ya he tenido tiempo de comprobar que esta afirmación es una realidad.

Quienes nos administran tienen muy bien estudiado “qué desean”, “qué se debe de hacer”, “cómo”, “cuándo” y “dónde” en cada momento y lugar.
Si un niño que está en edad escolar manifiesta un cuadro de adaptación conflictiva en su aula, por ejemplo, lo lógico es que el tutor informe de ello a los padres y ambas partes, de común acuerdo, decidan poner en marcha un plan corrector que esté bien diseñado por los expertos en la materia. Con esta actuación se buscaría intentar conseguir una modificación de ese tipo de conducta mediante el incremento de comportamientos adaptativos al grupo o, mucho mejor, la eliminación total o parcial de aquellos que originaron el conflicto.
Cuando era un niño también traían los calendarios la fecha del 1 de mayo y ese día tampoco había escuela, este hecho era lo importante para los que teníamos esa edad. Como también se celebraba la “Fiesta del Trabajo” pues el régimen de Franco la montaba a su estilo: Siempre igual o parecida, que nadie levantara la voz, que se televisara una imagen de unión y felicidad y que no hubiera protestas en el asfalto callejero de las ciudades.
¿Marchaba durante el “franquismo” todo bien o nos hacían falta muchos cambios?
Sus dirigentes nunca se plantearon, por la segunda interrogante, aplicarse un programa de modificación de conductas porque se miraban todos los días en el espejo, le preguntaban y éste siempre les decían que eran los mejores y que todo iba fenomenal. Supongo, no afirmo, que por esa razón ellos no hicieron nada para averiguar “qué deseaba el pueblo”, de haberlo hecho hubieran tenido que plantearse “qué debían cambiar” para solucionar sus necesidades o peticiones, tendrían que haber estudiado  en profundidad “cómo dar respuesta rápida” a lo que se les reclamaba, una vez concienciados de la problemática ya hablarían sobre “cuándo” comenzarían a escuchar al pueblo y, finalmente, tendrían que encontrar un lugar “donde” confluyeran los intereses reales de todos los españoles. Redactado el acuerdo se rubricaría con un abrazo colectivo real y sin escenificación interesada de alguna de las partes.
De haber actuado así podríamos hoy estar celebrando que aquel programa de modificación de conductas para los franquistas nos llevó a una España nueva en la que nunca más los demagogos se sentaron en las poltronas de la política.
No lo hicieron así y prefirieron seguir agarrados al poder con su estilo. Por él celebraron el 1 de mayo, desde 1958 hasta 1975 con un espectáculo de actuaciones en las que delegaciones de toda España viajaban a Madrid para actuar ante Franco en el estadio Santiago Bernabéu y con las cámaras de TVE ofreciendo la gala artísticas para los españoles, con ella todos estábamos en casa y no alborotando en las calles.
Esa fue la realidad de mis años nenes, nos guste o no.
Hace unos días mi querido amigo José Martínez Ramírez nos regalaba un escrito muy bien razonado para protestar contra quienes nos toman por IDIOTAS, los políticos, y lo hacía en estos términos:<Los pastores llevan a los rebaños a pastar a los prados más verdes, las ovejas balan la mar de contentas y mueven el rabo. Churras y merinas por igual.>.
Querido Pepe, hiciste un genial retrato de esta panda que no sabe hacer otra cosa que MENTIR y ENGORDAR.
¿Por qué digo esto?
Porque cuando el 1 de mayo las ovejas tenían que ir a balar y mover el rabo, por narices, al Bernabéu ellos –algunos de los que hoy han salido a dar voces- entonces no tuvieron los arrestos suficientes para hacerlo y el resto, la mayoría de los que hoy salieron, no eran ni proyectos de personas en aquellos años de opresión. Marcelino Camacho y Nicolás Redondo sí estaban, fueron un ejemplo sindical, y como la seriedad no les interesa a éstos pues los ningunearon para que abandonaran y les dejaran el camino libre.
Franco manipulaba en estas fechas la “Fiesta del Trabajo”, cierto,  pero la finalidad que buscaba era impedir que hubiera disturbios callejeros.
Pasan los años y compruebo que los políticos y los sindicalistas necesitan el mismo “plan de modificación de conductas” que en el “franquismo” porque, salvando las distancias del tiempo y el nivel de vida, el sistema político actual sigue ignorando al pueblo y por eso cada 1 de mayo lo trata igual que el DICTADOR, es así. Con Franco, ya sabemos dónde balaban y movían las ovejas el rabo por norma y lo que, tal vez, algunos no sepan es que en el año 1960 tuvieron que ir a moverlo hasta el “Camp Nou” y el cambio lo originó que en aquellas fechas se encontraba el Generalísimo dándose un baño de masas por Cataluña y no en la Barceloneta, es decir, por puro interés personal y no por el bien de la ciudadanía.
Han pasado 54 años desde entonces y hoy los eficaces líderes  de CCOO y UGT han llevado a las ovejas hasta Bilbao porque al vivir allí unas gentes muy serias pues en ese prado, aquellas, no balarían ni moverían el rabo de manera violenta contra sus miserias y les reconocerían el esfuerzo que habían hecho para desplazarse hasta allí para mostrarles su solidaridad con la  causa que tienen abierta contra el Gobierno de Madrid, el culpable de todos los males que los agobian.
¿Actúan así porque creen que todos los españoles les aplauden sus falacias?
De ser cierto sería un error gordo porque somos muchos los que opinamos lo mismo de vosotros: <No os necesitamos porque nos demostráis, cuando tenéis que defender al trabajador que sois innecesarios por ineficaces pues sólo defendéis vuestros sillones de liberados.>
Habéis viajado hasta Bilbao hoy, tal vez, para pastar en un prado propicio y lo habéis hecho por la tormenta que os está cayendo en Andalucía, mejor lejos que cerca… ¿O es mentira?
Cada dos por tres nos recordáis los procedimientos franquistas para lograr vuestros objetivos, intentar confundir a las ovejas, pero después de tantos años seguís usando las mismas artimañas de antes y por la misma razón, el interés de una persona o el de un partido. Antes sufrimos la dictadura de una persona y ahora la de un sistema político corrupto que no toma las verdaderas medidas que necesitamos los sufridores ciudadanos para que la recuperación económica termine de cuajar.
Hoy, en una manifestación, la despedida del pastor ha demostrado lo que le preocupaban sus ovejas cuando se despidió… ¡¡¡Ahora vamos a tomarnos unas cervezas!!!
A esa frase le faltaron unas palabras sinceras:
… que ya hemos hecho bastante rato el payaso!!!



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