Colaboración de
Paco Pérez
Bajo
los nublos no ocurre nada nuevo desde hace ya muchos años porque las películas
que nos proyectan son iguales y lo único que cambia es la forma de anunciar el
espectáculo. Digo esto porque, siendo mayor y no anciano, ya he tenido tiempo
de comprobar que esta afirmación es una realidad.
Quienes
nos administran tienen muy bien estudiado “qué
desean”, “qué se debe de hacer”,
“cómo”, “cuándo” y “dónde” en
cada momento y lugar.
Si
un niño que está en edad escolar manifiesta un cuadro de adaptación conflictiva
en su aula, por ejemplo, lo lógico es que el tutor informe de ello a los padres
y ambas partes, de común acuerdo, decidan poner en marcha un plan corrector que
esté bien diseñado por los expertos en la materia. Con esta actuación se
buscaría intentar conseguir una modificación de ese tipo de conducta mediante
el incremento de comportamientos adaptativos al grupo o, mucho mejor, la
eliminación total o parcial de aquellos que originaron el conflicto.
Cuando
era un niño también traían los calendarios la fecha del 1 de mayo y ese día tampoco había escuela, este hecho era lo
importante para los que teníamos esa edad. Como también se celebraba la “Fiesta del Trabajo” pues el régimen de
Franco la montaba a su estilo: Siempre
igual o parecida, que nadie levantara la voz, que se televisara una imagen de
unión y felicidad y que no hubiera protestas en el asfalto callejero de las
ciudades.
¿Marchaba durante el “franquismo” todo bien o nos hacían
falta muchos cambios?
Sus
dirigentes nunca se plantearon, por la segunda interrogante, aplicarse un
programa de modificación de conductas porque se miraban todos los días en el
espejo, le preguntaban y éste siempre les decían que eran los mejores y que
todo iba fenomenal. Supongo, no afirmo, que por esa razón ellos no hicieron
nada para averiguar “qué deseaba el
pueblo”, de haberlo hecho hubieran tenido que plantearse “qué debían cambiar” para solucionar sus
necesidades o peticiones, tendrían que haber estudiado en profundidad “cómo dar respuesta rápida” a lo que se les reclamaba, una vez concienciados
de la problemática ya hablarían sobre “cuándo”
comenzarían a escuchar al pueblo y, finalmente, tendrían que encontrar un lugar
“donde” confluyeran los intereses
reales de todos los españoles. Redactado el acuerdo se rubricaría con un abrazo colectivo real y sin
escenificación interesada de alguna de las partes.
De
haber actuado así podríamos hoy estar celebrando que aquel programa de modificación
de conductas para los franquistas nos llevó a una España nueva en la que nunca
más los demagogos se sentaron en las poltronas de la política.
No
lo hicieron así y prefirieron seguir agarrados al poder con su estilo. Por él
celebraron el 1 de mayo, desde 1958 hasta 1975 con un espectáculo de
actuaciones en las que delegaciones de toda España viajaban a Madrid para
actuar ante Franco en el estadio Santiago Bernabéu y con las cámaras de TVE
ofreciendo la gala artísticas para los españoles, con ella todos estábamos en
casa y no alborotando en las calles.
Esa
fue la realidad de mis años nenes, nos guste o no.
Hace
unos días mi querido amigo José Martínez
Ramírez nos regalaba un escrito muy bien razonado para protestar contra
quienes nos toman por IDIOTAS, los políticos, y lo hacía en estos términos:<Los pastores llevan a los rebaños a pastar
a los prados más verdes, las ovejas balan la mar de contentas y mueven el rabo.
Churras y merinas por igual.>.
Querido
Pepe, hiciste un genial retrato de
esta panda que no sabe hacer otra cosa que MENTIR
y ENGORDAR.
¿Por qué digo esto?
Porque
cuando el 1 de mayo las ovejas tenían que ir a balar y mover el rabo, por
narices, al Bernabéu ellos –algunos de los que hoy han salido a dar voces-
entonces no tuvieron los arrestos suficientes para hacerlo y el resto, la
mayoría de los que hoy salieron, no eran ni proyectos de personas en aquellos
años de opresión. Marcelino Camacho y Nicolás Redondo sí estaban, fueron un
ejemplo sindical, y como la seriedad no les interesa a éstos pues los
ningunearon para que abandonaran y les dejaran el camino libre.
Franco
manipulaba en estas fechas la “Fiesta
del Trabajo”, cierto, pero la
finalidad que buscaba era impedir que hubiera disturbios callejeros.
Pasan
los años y compruebo que los políticos y los sindicalistas necesitan el mismo “plan de modificación de conductas” que
en el “franquismo” porque, salvando
las distancias del tiempo y el nivel de vida, el sistema político actual sigue
ignorando al pueblo y por eso cada 1 de
mayo lo trata igual que el DICTADOR,
es así. Con Franco, ya sabemos dónde
balaban y movían las ovejas el rabo por norma y lo que, tal vez, algunos no
sepan es que en el año 1960 tuvieron que ir a moverlo hasta el “Camp Nou” y el cambio lo originó que en
aquellas fechas se encontraba el Generalísimo dándose un baño de masas por
Cataluña y no en la Barceloneta, es decir, por puro interés personal y no por
el bien de la ciudadanía.
Han
pasado 54 años desde entonces y hoy los eficaces líderes de CCOO y UGT han llevado a las ovejas hasta
Bilbao porque al vivir allí unas gentes muy serias pues en ese prado, aquellas,
no balarían ni moverían el rabo de manera violenta contra sus miserias y
les reconocerían el esfuerzo que habían hecho para desplazarse hasta allí para
mostrarles su solidaridad con la causa
que tienen abierta contra el Gobierno de Madrid, el culpable de todos los males
que los agobian.
¿Actúan
así porque creen que todos los españoles les aplauden sus falacias?
De
ser cierto sería un error gordo porque somos muchos los que opinamos lo mismo
de vosotros: <No os necesitamos
porque nos demostráis, cuando tenéis que defender al trabajador que sois
innecesarios por ineficaces pues sólo defendéis vuestros sillones de liberados.>
Habéis
viajado hasta Bilbao hoy, tal vez, para pastar en un prado propicio y lo habéis
hecho por la tormenta que os está cayendo en Andalucía, mejor lejos que cerca…
¿O es mentira?
Cada
dos por tres nos recordáis los procedimientos franquistas para lograr vuestros
objetivos, intentar confundir a las ovejas, pero después de tantos años seguís
usando las mismas artimañas de antes y por la misma razón, el interés de una
persona o el de un partido. Antes sufrimos la dictadura de una persona y ahora
la de un sistema político corrupto que no toma las verdaderas medidas que
necesitamos los sufridores ciudadanos para que la recuperación económica
termine de cuajar.
Hoy,
en una manifestación, la despedida del pastor ha demostrado lo que le
preocupaban sus ovejas cuando se despidió… ¡¡¡Ahora vamos a tomarnos unas cervezas!!!
A
esa frase le faltaron unas palabras sinceras:
… que ya hemos
hecho bastante rato el payaso!!!
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