Colaboración de Paco Pérez
TIEMPO DE ESPERA, CAMBIO Y PAZ
TEXTOS, para
meditarlos:
1ª
LECTURA: ISAÍAS 11,1-11
Aquel día, brotará un renuevo del
tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago.
Sobre él se posará el espíritu del
Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía,
espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor.
No juzgará por apariencias ni
sentenciará sólo de oídas; juzgará a los pobres con justicia, con rectitud a
los desamparados.
Herirá al violento con la vara de su
boca, y al malvado con el aliento de sus labios.
La justicia será cinturón de sus lomos,
y la lealtad, cinturón de sus caderas.
Habitará el lobo con el cordero, la
pantera se tumbará con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos: un
muchacho pequeño los pastorea.
La vaca pastará con el oso, sus crías se
tumbarán juntas; el león comerá paja con el buey. El niño jugará en la hura del
áspid, la criatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente.
No harán daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país de ciencia del Señor, como las aguas colman el mar. Aquel día, la raíz de Jesé se erguirá como enseña de los pueblos: la buscarán los gentiles, y será gloriosa su morada.
SALMO RESPONSORIAL: 71
R. Que en sus días florezca la
justicia, y la paz abunde eternamente.
Dios mío, confía
tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con
justicia, a tus humildes con rectitud. R.
Que en sus días florezca la justicia y
la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confín
de la tierra. R.
Él librará al pobre que clamaba, al
afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y
salvará la vida de los pobres. R.
Que su nombre sea eterno, y su fama dure
como el sol: que él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen
dichoso todas las razas de la tierra. R.
2ª LECTURA: ROMANOS
15,4-9
Hermanos:
Todas las antiguas Escrituras se
escribieron para enseñanza nuestra, de modo que entre nuestra paciencia y el
consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza.
Que Dios, fuente de toda paciencia y
consuelo, os conceda estar de acuerdo entre vosotros, según Jesucristo, para
que unánimes, a una voz, alabéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
En una palabra, acogeos mutuamente, como
Cristo os acogió para gloria de Dios. Quiero decir con esto que Cristo se hizo
servidor de los judíos para probar la fidelidad de Dios, cumpliendo las
promesas hechas a los patriarcas; y, por otra parte, acoge a los gentiles para
que alaben a Dios por su misericordia. Así, dice la Escritura: «Te alabaré en
medio de los gentiles y cantaré a tu nombre»
EVANGELIO:
1-2. Por aquellos días
aparece Juan Bautista, proclamando en el desierto de Judea: «Convertíos porque
está cerca el Reino de los Cielos.»
3. Este es el que anunció
el profeta Isaías diciendo: Una voz grita en el desierto. Preparad el camino
del Señor, enderezad sus sendas.
4. Juan llevaba un vestido
de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de
saltamontes y miel silvestre.
5-6. Y acudía a él toda la
gente de Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban sus pecados y
él los bautizaba en el Jordán
7-10. Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los
bautizara les dijo:
- ¡Camada de víboras!,
¿quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente?
Dad el fruto que pide la
conversión. Y no os hagáis ilusiones, pensando: "Abraham es nuestro
padre", pues os digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abraham de estas
piedras.
Ya toca el hacha la
base de los árboles, y el árbol que no da buen fruto será talado y echado al
fuego.
11-12 . Yo os bautizo con agua para
que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí puede más que yo, y no
merezco ni llevarle las sandalias.
Él os bautizará con
Espíritu Santo y fuego. Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva,
reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se
apaga.»
REFLEXIÓN:
Necesitamos cambiar y Dios nos muestra el camino pero nosotros no lo escuchamos y Él, a pesar de
nuestros errores, siempre nos espera para guiarnos. Antes con los profetas,
Jesús y los apóstoles, ahora con la Iglesia.
¿Cómo le respondemos?
Participado en algunas prácticas religiosas que son tradiciones y poco en las que siguen el criterio que Jesús
enseñó… ¿Por qué?
Porque la tradición nos empuja a participar
engalanados y con poco compromiso con Jesús y el prójimo, lo que realmente
cuenta arriba.
Isaías
anunció la venida de Jesús y lo mostró como una persona extraordinaria que
sería dotada por el Señor con unas cualidades y virtudes que lo harían
diferente y único pues con ellas cambiaría el modelo de convivencia injusto que
tenían por otro diferente que estaría regido por el amor, la justicia, la
verdad, la ayuda…
Pasaron
los años, vino el Bautista, les anunció la inminente venida del Reino y les
pidió que se fueran preparando para recibirlo pues él sabía que el problema más
grave que debían corregir estaba en el concepto equivocado que tenían de ese
acontecimiento… ¡Esperaban un libertador guerrero que derrotara a los invasores
y les devolviera la libertad perdida!
Los
previno porque el que les anunciaba él, les enseñaría lo contrario, amarse como
hermanos para así liberarse de los hábitos malignos que esclavizan más que las
cadenas: El odio, la maldad, la envidia, el todo vale para lograr los
objetivos…
Juan les predicó la conversión pero ésta debía ir precedida de la reconciliación, una acción que
necesitaba del arrepentimiento de los errores propios y un cambio radical en el
comportamiento mediante el abandono de la violencia y la práctica de una
convivencia fraternal. Estas acciones serían necesarias para recibir después el
bautismo de inmersión. Las gentes acudían para escucharlo y ser bautizadas pero
él no dejaba de repetirles que si no cambiaban de comportamiento de nada les
serviría recibirlo.
Pablo
proclamó la importancia de las Escrituras y afirmó que se escribieron para enseñarnos
el camino y que, con el
consuelo que se desprende de ellas, no perderíamos la esperanza y que, con ellas, seríamos
gratificados con la paciencia que nos ayudaría a conseguir el entendimiento en
la comunidad y que, viviendo unidos, podríamos alabar y dar gracias al Padre.
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