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domingo, 7 de julio de 2024

EL PODER HUMANO AGOBIA

 Colaboración de Paco Pérez

EL SEÑOR MUESTRA EL CAMINO

El Señor siempre enseña cómo actúa y se comprueba hoy con Ezequiel cuando, sufriendo las consecuencias de la deportación, recibió del Espíritu el encargo de evangelizar a los israelitas que allí vivían, lo previno sobre el lamentable comportamiento que siempre tuvieron con Él y le aconsejó que eso no le preocupara pues lo importante era cumplir el encargo recibido para que no pudieran decir que el Señor no se preocupó de ellos allí y que él no cumplió su labor profética.

Jesús viajó hasta Galilea a pesar de que, en otra ocasión, no lo comprendieron ni aceptaron porque lo conocían. A pesar de ello regresó para continuar predicándoles la llegada del Reino pues, por sus conocidas reticencias a recibir la Palabra y por la situación de pobreza en que vivían, eran quienes más lo necesitaban. Estas realidades lo empujaron a no ir a Jerusalén y otros lugares porque allí vivían en la opulencia quienes, desde el poder político o religioso, causaban los problemas a la población.

Al visitarlos, su objetivo prioritario fue olvidarse de lo negativo que recibió de ellos y ayudar a las personas agobiadas, confortarlas y hablarles del Reino con las parábolas, ejemplos tomados de sus experiencias laborales y que todos conocían bien. Con este sencillo formato les transmitía el verdadero sentido de la vida y les aconsejaba que cambiaran el comportamiento rancio que aprendieron de las tradiciones para que actuaran siendo justos y libres.

Para hablar con ellos acudía a las reuniones de la calle o la sinagoga, les comunicaba la verdad y se preocupaba de sus problemas. Así nos enseñó que la evangelización debe hacerse en contacto directo con los necesitados del sistema porque quienes tienen el poder sólo se preocupan de acaparar más, aunque tengan que ser injustos.

Las injusticias y los contratiempos, físicos o morales, ocasionan la tentación, al sentimos solos y abandonados, y pueden hacernos caer en ella. Si ocurre es porque pensamos que Dios nos ha abandonado pero la realidad no es así. Pablo dice que el Señor, en la debilidad, siempre está con su gracia a nuestro lado… ¿Por qué hizo esa afirmación?

Porque es posible que él tuviera la experiencia de padecer algún problema que le causara sufrimiento, que lo sobrellevara con dignidad a diario, que esa actitud lo fortaleciera y que nunca le impidiera, con su ayuda, hacer su labor evangelizadora.

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