viernes, 7 de noviembre de 2025

¿QUIÉN NOS GUÍA?

 Colaboración de Paco Pérez

¿LA TRADICIÓN O LA BIBLIA?

DOMINGO 32 C

TEXTOS, para meditarlos:

1ª LECTURA: EZEQUIEL 47, 1-2. 8-9.12

En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo.

Del zaguán del templo manaba agua hacia levante -el templo miraba a levante-. El agua iba bajando por el lado derecho del templo, al mediodía del altar.

Me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante. El agua iba corriendo por el lado derecho. Me dijo:

- Estas aguas fluyen hacia la comarca levantina, bajarán hasta la estepa, desembocarán en el mar de las aguas salobres, y lo sanearán. Todos los seres vivos que bullan allí donde desemboque la corriente, tendrán vida; y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí esta agua, quedará saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente.

A la vera del río, en sus dos riberas, crecerán toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus frutos se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales.

SALMO RESPONSORIAL: 45

R. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada.

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro. Por eso no tememos, aunque tiemble la tierra y los montes se desplomen en el mar. R

El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada. Teniendo a Dios en medio no vacila; Dios la socorre al despuntar la aurora. R.

El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Venid a ver las obras del Señor, las maravillas que hace en la tierra: pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe. R

2ª LECTURA: 1 CORINTIOS 3,9-11. 16-17

Hermanos:

Sois edificio de Dios. Conforme al don que Dios me ha dado, yo, como hábil arquitecto, coloqué el cimiento, otro levanta el edificio. Mire cada uno cómo construye. Nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo. ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros.

EVANGELIO: JUAN 2,13-25

13. "Estaba cerca la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén".

14. Encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas instalados.

15. Y haciendo un azote de cuerdas, a todos los echó del Templo, lo mismo a las ovejas que a los bueyes, a los cambistas les desparramó las monedas y les volcó las mesas.

16. Y a los que vendían palomas les dijo: Quitad eso de ahí: no convirtáis la casa de mi Padre en una casa de negocios".

17. Se acordaron sus discípulos de que estaba escrito: "la pasión por tu casa me consumirá".

18. Respondieron entonces los dirigentes judíos, diciéndole: ¿Qué señal nos presentas para hacer estas cosas?

19-21 Les replicó Jesús: Suprimid este santuario y en tres días lo levantaré. Repusieron los dirigentes: Cuarenta y seis años ha costado construir este santuario, y ¿tú vas a levantarlo en tres días?

Pero él se refería al santuario de su cuerpo.

22. Así, cuando se levantó de la muerte se acordaron sus discípulos de que había dicho esto y dieron fe a aquel pasaje y al dicho que había pronunciado Jesús.

REFLEXIÓN:

Dios, preocupado por los problemas de las personas, nos muestra las transformaciones que ocurren en nuestro entorno para beneficio de los seres vivos y que el mérito de esos cambios está en los efectos beneficiosos del agua… ¿Hemos valorado en alguna ocasión esta realidad para mantenerla o mejorarla?

Es evidente que no pues realizamos vertidos tóxicos al mar, las corrientes de agua y al suelo, acciones que dañan su potabilidad y ocasionan enfermedades y la desaparición de animales y plantas que Él nos regaló para nuestro sustento.

Después la religiosidad del pueblo siguió el camino que les marcaba la tradición y el culto estaba regulado con las normas del Templo pero Jesús, con el comportamiento violento que tuvo con ellos en él, les comunicó que no cumplían el plan de Dios y que debían cambiar… ¿Por qué no comprendieron lo que hizo?

Porque el mercadeo que había en el Templo con el culto hacía que muchos vivieran muy bien, lo rechazaron y le pidieron explicaciones. Él, como prueba de quién era, les comunicó su muerte y resurrección en tres días.

Hoy, con otros formatos, el mercadeo también se practica en los templos… ¿Por qué no se toman medidas correctoras? ¿Tiene que venir Jesús de nuevo con el látigo?

En nuestras manos no está cambiar lo que no marcha a nivel institucional pero nuestros comportamientos equivocados sí… ¿Lo hacemos o preferimos seguir aferrados a las tradiciones porque no nos comprometen a nada?

Para Pablo, Dios es un arquitecto que hizo muy bien su trabajo cuando diseñó el edificio de la vida… ¿Por qué?

Porque nos dio resuelta la parte primera de la edificación, los cimientos, los que Jesús levantó con su ejemplo para que no nos perdiéramos al continuar el proyecto, es decir, lo dejó abierto a todos porque así podríamos participar, o no, en la culminación de él como personas libres. Es evidente que las personas debemos participar en esa construcción para poder vivir en ella como hermanos pero… ¿Lo hacemos?

 

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