lunes, 27 de julio de 2015

YO CRECÍ

Colaboración de José Martínez Ramírez

Yo crecí, ayer, en un pueblo
donde un sol grande y fugitivo
despertó mi lejana juventud.

Los gatos negros en sus juegos
de sueños gratos, casi divinos,
daban su alegría a la multitud

y poblaban alegres el suelo.
Obedecí la voz del destino,
que llegó y me inundó de virtud,

dinamitó la libertad mi vuelo.
Volé entre ráfagas y desatinos,
entre olas bravías de acritud.

Respiraba alientos ajenos,
a veces, en la frente el rocío
y el lucero, en su justa altitud.

Me sorprendían entre los senos,
que nunca sucedieron, y sentía frío.
Mi soledad me besaba con lentitud.
La terrible ausencia me dejó el veneno,
de quien más quería, lloré el vacío.
Blanca espuma, querida juventud.

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