jueves, 2 de abril de 2015

EL HOMBRE Y LA CONCIENCIA

Capítulo III
Colaboración de Paco Pérez
POLÍTICOS, MEDIOS DE DIFUSIÓN Y PUEBLO: NUESTRA CONCIENCIA DE NACIÓN
En nuestra amada España, cuando algunas personas ventajistas, los políticos, opinan de algún tema lo hacen con mucha vehemencia para mostrarse creíbles pero la verdad es que muy pocas veces se preocupan, antes de tomar la palabra, de contrastar la veracidad de lo que van a exponer o, si lo hacen, actúan siguiendo el guión que interesa decir en cada momento. Este proceder no es correcto y, a mi entender, sí es un poco arriesgado para ellos porque la VERDAD siempre triunfa pero, en algunos casos, no es algo tangible y, al no ser demostrable, ahí está la ventaja de estos pillines.

En otros países sus habitantes son gente preocupada por los acontecimientos nacionales, por cómo se gestiona el bien común… Aquí sólo nos preocupamos de que se cumplan las palabras de mi abuelo Pérez: <Primero yo, después yo y siempre yo.>
Como buenos seguidores de esa línea de pensamiento a nuestra CONCIENCIA la arrinconamos para que no nos moleste. Una vez conseguido el efecto relajante, ya nos da igual ocho que ochenta y de ahí que consintamos que cualquier ciudadano poco preparado pueda ser Presidente del Gobierno; ministro de cualquier cartera o cualquier otra función administrativa de máxima responsabilidad. Nos ocurren estas realidades porque no son elegidos por el pueblo en función de sus cualidades, los nombran los partidos a dedo y guiados por el mérito falible de formar parte de sus santas castas… ¿Por qué lo hacen así?
Para protegerse y apoyarse sin fisuras cuando haya que hacer cualquier travesura en beneficio del partido o de algún conocido, por eso no tienen en cuenta qué pueden hacer en el desempeño de sus cargos cuando pasen unos años y lleguen a la cúspide.
Tenemos esta realidad porque nos MANIPULAN vendiendo lo que no es verdad y haciendo promesas falsas que después no pueden cumplir. Con este proceder logran su objetivo cada cuatro años, seguir mandando, y por eso no les preocupa que sus candidatos no sean los mejores en las distintas ramas del saber. Si no les  consintiéramos los votantes sus falsedades manipuladoras entonces trabajarían bien, escogerían a los mejores, éstos sabrían desempeñar sus funciones con justicia y eficacia una vez designados y, además, lo harían con ideas propias para salvarnos de las crisis institucionales o económicas a que nos pudiéramos ver arrastrados, la realidad que ahora tenemos que superar.
Reconozco que este planteamiento es una IDEALIDAD que no sé cuándo podrá ponerse en marcha pero, por desgracia para todos, la REALIDAD descrita es la cera que arde en nuestro panorama.
En todos los lugares del mundo los símbolos de la nación son intocables, respetados y sus habitantes se sienten orgullosos de ellos, pues en España quienes los usan corren el riesgo de ser adjetivados de todo menos de “español- patriota”.
Silbar a nuestra bandera, al himno y al rey cuando se disputa la final de “Copa del Rey” si participan equipos de Cataluña o del País Vasco ya es la norma… ¿Por qué? Porque en esos lugares los políticos sólo se preocupan de cobrar de los españoles y de promover, entre otras cosas raras, el separatismo.
Nos ocurren éstas debido a esa mediocridad de dirigentes que nos regalamos para dirigir nuestras instituciones, y, como nadie toma  medidas para aplicarles la ley vigente, pues se aprovechan y eso propicia esta degradación de nuestra “CONCIENCIA DE PATRIA”. Si la conciencia personal está en horas bajas… ¡¡¡Cómo no nos van a ocurrir estas cosas!!!
Como “nada ocurre por casualidad” pues todo tiene una explicación razonada si miramos con objetividad a nuestro alrededor y entonces, por ese camino, entenderemos con más facilidad los hechos. Para justificar lo que digo voy a viajar, en el recuerdo, hasta los desgraciados hechos que padecimos el “11 de marzo de 2004”.
Ese lamentable atentado debió ser planeado por una mente ingeniosa, porque sirvió para cambiar el resultado electoral que vaticinaban las encuestas, y malvada, porque no le importó el daño colateral que ocasionaría entre los inocentes viajeros… ¿Tan importante era el objetivo que pretendía alcanzar que no le preocupó la posibilidad real de matar a 192 personas y herir gravemente a 1858?
Decir que hace unas fechas el calendario volvió a transitar por ese día fatídico, que los políticos y los familiares de las víctimas volvieron a recordar que perdieron a sus seres queridos, que lo ocurrido ya es pasado y no ninguna novedad.
A pesar de ello, 11 años después, una parte de nuestra sociedad ya opina que no tiene sentido hablar de ese hecho delictivo porque ya está juzgado y sentenciado. La sentencia, hecho tangible, está sustentada –según lo publicado en algunos medios en su día- en hechos no probados porque, dicen, hubo muchas irregularidades oficiales. Los otros medios empujaron a sus lectores hacia la autoría de los “Islamistas dolidos por la guerra de Iraq”.
Si con los trenes se argumenta que hay sentencia, que todo quedó probado y que ya toca olvidar… ¿Por qué se le da al ventilador, cuando interesa al que pulsa el interruptor, para que el pasado de la “Guerra Civil” siempre esté en candelero?
Como la MUNIPULACIÓN de los medios y los partidos no cesa pues lo mejor será que nos formemos un ESPÍRITU CRÍTICO que esté sustentado en una CONCIENCIA MORAL integra y que ésta nos haga actuar en defensa de la VERDAD y la JUSTICIA.
Voy a demostrar que “nada ocurre por casualidad”, Pablo Iglesias y Monedero estuvieron detrás de los movimientos populares de protesta que desembocaron en una manifestación frente a la sede del PP, en la calle Génova, el 13 de marzo de 2004. No lo podían hacer porque la Ley Electoral lo prohíbe, pero lo hicieron y no hubo encarcelados. Por favor, hagan un clic en MANIPULADORES.
Si nos fijamos un poco en esos argumentos comprobaremos que sólo hago la exposición suave de unos hechos para que éstos nos ayuden a comprender mejor nuestro lamentable panorama nacional.
La desgracia sufrida y el dolor que ocasionó sirvió a los políticos, a los medios y a los españoles para remar en direcciones contrarias y no para desear esclarecer la verdad que permitiera detener y ajusticiar a los culpables. Esta imagen es la que dimos, todo lo contrario de lo que sucedió en EEUU, por poner un ejemplo, cuando los atentados del 11-S contra las “Torres gemelas” fueron esclarecidos porque todos sus habitantes, medios de difusión,  políticos y fuerzas de seguridad remaron en la misma dirección y nadie trató de sacar provecho político de aquella desgracia. Otro ejemplo es Francia pues, cuando el atentado de París del 7 de enero de 2015, se convirtió en un clamor popular contra los terroristas de “Charlie Hebdo”. Cuando los atentados de Madrid fuimos un ejemplo negativo porque un sector político español sólo se preocupó de culpar a Aznar por la “Guerra de Iraq” para así poder modificar los resultados electorales el 14 M, y bien que lo consiguieron… ¿Actuamos en España ante las desgracias con el mismo sentido de Estado que en EEUU y Francia? Es evidente que no y por ello les brilla el pelo tanto a ellos y tan poco a nosotros.
En esos dos países los servicios de seguridad actuaron muy diligentemente y a las pruebas de su actuación me remito… ¿Actuaron los nuestros bien o lo hicieron mal?
No lo sé pero habrá que preguntarse… ¿En qué información se basó el Gobierno de Aznar para adjudicar primero la autoría a ETA y después a los islamistas?
La prueba de lo que digo está en la postura contradictoria que Baltasar Garzón mantuvo en dos momentos durante estos años. Hagan un clic en ENLACE y lo comprobarán:   
¡¡¡Nada ocurre por casualidad y por eso dijeron cosas contrarias el Gobierno y el señor Garzón!!!
¿Quién o quienes se encargaron de propiciar sus errores?
Unos años después de las manifestaciones del 13 M de 2004 el “movimiento ocupa 15-M” se instaló en la Puerta del Sol… ¿Qué buscaba? ¿Fue algo espontáneo, fruto de la indignación de unos españoles o una manipulación de quienes dicen ser demócratas para luego no respetar los resultados electorales al intentar cambiarlos con la violencia en las calles?



No hay comentarios:

Publicar un comentario