viernes, 9 de febrero de 2018

LOS OLIVOS


Colaboración de José Martínez Ramírez

Son de plata y esmeralda
y juegan con el viento,
a pesar del tormento
que les provocan las varas.

Acogen a las cigarras
que sestean dentro
del  árbol sediento,
mientras rasgan sus alas.

Y al cálido viento
los pequeños pimientos
crecen en sus raras
ramas de cuento.

Su aceite, perfecto,
por la sangre resbala
de las musas en sueño.

Por eso este invento,
aunque lejos, a mi amada
le mando este ungüento.

Junto a este cuento
y, por mí, besé su cara
por fuera y por dentro.


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