sábado, 8 de enero de 2022

EL BAUTISMO DE JESÚS

 Colaboración de Paco Pérez

Y EL NUESTRO

El pueblo vivía en el destierro, estaban desanimados y el profeta Isaías, para levantarles el espíritu, les anunció la venida de un hombre extraordinario pero no les habló del Mesías sino que lo mostró con unas virtudes únicas que le permitirían cambiar lo tradicional sin emplear la violencia y las armas, lo haría empleando la humildad y la fuerza de sus palabras. Así es como abriría los ojos a los ciegos, de espíritu, liberaría a las personas que vivieran cautivas de los problemas que les causan las fuerzas del mal y su acción sería permanente, lo haría hasta que lograra instaurar el orden verdadero entre las personas.

Pasaron los años, el “Plan de Dios” para el hombre siguió cubriendo sus etapas y le correspondió a JuanEl Bautista” allanar los caminos del Señor.

Para cumplir con la misión encomendada comenzó por renunciar a las comodidades que podía disfrutar junto a su familia, se retiró al desierto y allí vivió un tiempo dando ejemplo con sus formas de vestir y alimentarse y predicando a las personas que se le acercaban. Él les hablaba de la necesidad que tenían de cambiar lo que hacían y para conseguirlo les recomendaba el camino de la conversión, el “arrepentimiento” y el “bautismo”. Las gentes se ilusionaron con su ejemplo de vida y con su mensaje, iban hasta el Jordán arrepentidas y deseosas de recibir el “bautismo” para obtener el “perdón de sus pecados” y después comenzar a vivir de manera diferente. Todos eran personas sencillas.

Un día, mezclado entre esa gente normal que iba hasta Juan, apareció Jesús en el río y se le acercó, sabiendo que Élno necesitaba ser bautizado”. Al recibirlo se arriesgó a que más tarde el pueblo dudara de su grandeza porque si se bautizó podían pensar que también era un pecador como ellos y no el ser extraordinario que esperaban.

Juan se anticipó a esa posible duda futura y aclaró el tema, sus palabras están en Lucas 3, 16: [Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.].

Lo que hizo Jesús al acercarse al Jordán para recibir el Bautismo, tal vez, fue apoyar lo que predicaba y hacía Juan, mostrarnos su condición humana y enseñar a las personas de todos los tiempos lo que tenían que hacer para cumplir lo que el Padre nos propone desde siempre.

Después de recibir el Bautismo, Jesús permaneció en el desierto junto a Juan y sus seguidores, entre ellos se encontraban Pedro, Andrés y Felipe. Al marcharse Jesús, ellos le siguieron y lo acompañaban cuando recorría los pueblos predicando, así fue como aprendieron de Él su mensaje aunque Pedro tardó en comprender que Dios acoge a todos los hombres sin hacer distinción entre ellos por razón de nacionalidad, raza o condición social.

En aquellos tiempos estos planteamientos eran difíciles de asimilar por quienes procedían del judaísmo, tenemos el ejemplo de Pedro, pues no les era fácil aceptar el mensaje de igualdad y no discriminación que habían recibido de Jesús y por esa razón el apóstol tardó en aceptar en su comunidad a los paganos de origen romano, Cornelio y su familia tardaron en ser aceptados por esa razón.

El Bautismo es un acto de gran responsabilidad para las personas pero… ¿Somos conscientes de ello?

Yo opino que no y por eso considero que también debemos preguntarnos… ¿El Bautismo que se imparte en nuestros días es el modelo que practicó Juan y recibió Jesús?

En aquellos tiempos se bautizaban, cambiaban y ya practicaban un nuevo formato de vida social y comunitaria… ¿Lo hacemos o es un acto social?

Es un acto social porque después los padres y padrinos se olvidan de los compromisos adquiridos durante el acto.

También deberíamos preguntarnos, tomando como fuente orientadora los textos bíblicos… ¿Debemos recibir el Bautismo cuando somos bebés?

Yo considero que no y que se debería esperar a que lo pida la persona después de haber pasado por una fase de formación en la que intente conocer a Dios, se despierten en ella sus inquietudes religiosas, viva en un ambiente familiar de verdadero compromiso cristiano y así, cuando sea mayor y tenga la madurez necesaria, visite la Comunidad Parroquial para formarse de manera más profunda, participe en los actos y actividades que se programen en ella aclare sus sentimientos religiosos. Cuando la persona viva en un ambiente adecuado de formación y se despierte en ella el deseo de formar parte de la comunidad cristiana parroquial… ¡Entonces será el momento de poder decidir con libertad si se recibe el Bautismo o no!

Opino así porque el modelo actual lo hemos convertido, entre todos, en un acto social tradicional que empieza en la Parroquia y acaba, unas horas después, en un restaurante.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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