miércoles, 27 de marzo de 2024

LA RESURRECCIÓN

 Colaboración de Paco Pérez

CONFIRMÓ A QUÉ VINO

Los hechos que desembocaron en la muerte de Jesús desorientaron a los discípulos, temieron por sus vidas y se marcharon a Galilea. Cuando resucitó, recuperaron la ilusión, regresaron y, aunque no habían presenciado el hecho, lo proclamaron sin miedo… ¿Por qué cambiaron de actitud?

Porque al resucitar se cumplió lo anunciado, entonces comprendieron el verdadero sentido de lo que hizo durante su vida, Él se les aparecía y ellos comprobaban que era el mismo porque hablaban con Él, comían y lo tocaban pero les sorprendía que no permaneciera a su lado como antes… ¿Por qué?

Porque al resucitar venció a la muerte y, siendo el mismo que convivió con ellos, ahora se presentaba en una dimensión que le hacía ser el mismo pero ellos lo percibían diferente.

¿Qué fue lo más reseñable de esta nueva convivencia que tuvieron con Jesús?

Que, aunque nadie vio la resurrección ni pudo explicar cómo ocurrió, todos asimilaron lo fundamental del hecho, que la muerte y resurrección de Jesús fue necesaria para que podamos estar junto a Él. Está en 1 Corintios 6,14: [Dios que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros por su fuerza.].

Ahí estuvo el verdadero sentido de la venida de Jesús, morir y resucitar para que la humanidad pudiera salvarse.

Los discípulos, al haber sido testigos de todo lo que hizo Jesús y de lo ocurrido en aquellos días, después no dudaron en cumplir el encargo que les dio, la evangelización.

Pablo, cumpliendo su encargo, predicaba sobre los efectos beneficiosos que tuvo para los hombres la resurrección de Cristo y les aconsejaba actuar siempre sin apego a los bienes terrenales porque era más importante luchar por los de arriba que por los de abajo.

Cristo nos mostró el camino del Reino y ahora nos corresponde seguir sus enseñanzas. Lo haremos evitando actuar sin rumbo y para ello daremos un cambio radical a nuestra conducta, acción necesaria sí queremos estar a su lado cuando acabe nuestro tiempo terrenal.

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