Colaboración de Paco Pérez
LOS PILARES DE
LA CONVIVENCIA
Para
Jesús, quienes cumplen sus normas es porque le aman, aman al Padre y Él los ama
también. Ocurre cuando, por amor a los demás, todo está en perfecta armonía, es
el pilar que sustenta nuestro actuar en todos los ámbitos sociales y con él hacemos
una consistente cadena que nos ayuda a permanecer unidos.
Quienes aman a Jesús guardan su Palabra, la cumplen,
el Padre los ama por ello y, al final de los tiempos, los acogerá. Los que no
lo aman es porque no la guardan.
Anunció su muerte como buena y necesaria pero no como una catástrofe porque les ayudaría a comprender que es una marcha temporal junto al Padre pues regresaría cuando se cumplieran sus palabras, los hechos futuros y la venida del Espíritu Santo. Se despidió dejándoles la PAZ verdadera y previniéndolos sobre los peligros que hay detrás de la PAZ que proponen los hombres.
Después de Jesús, la evangelización no se hizo con
el mismo criterio y eso ocasionó confusión al pueblo… ¿Por qué?
Porque no unificaron el mensaje, unos propusieron abrirse
para dar solución a los problemas de la sociedad pero otros deseaban continuar
con las prácticas que venían de Moisés.
Dios, para evitar las equivocaciones, les fue
mostrando el camino poco a poco para que aprendieran a rechazar lo que no era
religión y practicaran sus propuestas. Su obra se completó con la participación
de Jesús, el Espíritu Santo y la Iglesia.
El Apocalipsis muestra el cumplimiento del plan de
Dios, el camino para el futuro, el papel relevante de la Iglesia y el
sentimiento de seguridad que comunica a quienes acuden a ella.
También, el verdadero sentido del culto al sustituir
el santuario material tradicional, al que ellos acudían, por el nuevo y
definitivo: […el Señor Dios todopoderoso y el Cordero].
Finalmente, aconseja alumbrarnos con la luz que
nunca se agota: [… la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el
Cordero.].
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