miércoles, 27 de mayo de 2015

VIAJANDO EN EL RECUERDO HASTA JUANITO “EL TROPEZÓN”

Con Juan Antonio Martos Moreno
Capítulo II
A MI GRAN AMIGO Y,
MÁS QUE AMIGO, HERMANO
Unas fechas después de que quedara nominada la calle el “Diario Jaén” se hizo eco de dicho acto y, la verdad, no quedé satisfecho con el tratamiento dado en el escrito publicado y que llevaba la firma de Ignacio Frías Abarca.

Esa noche, en las palabras que pronuncié por el micro, traté de evitar dolores de cabeza en el futuro y por ello hice una exposición clara del motivo que nos reunía y lo que no era, me previne con tiempo porque estábamos en periodo de campaña electoral pero no me sirvió de nada.
Para clarificar mis palabras de aquella noche envié al medio un escrito con su contenido, se publicó y aquí lo expongo:
JUANITO, hoy me apetece recordar la amistad que mantuvimos durante muchos años, la nuestra fue de una clase especial, de la que en muchas ocasiones une más que los propios lazos sanguíneos y por eso alguien dijo hace tiempo: [Un buen amigo debe ser como el dinero, que antes de necesitarlo ya se sabe el valor que tiene.].
Tú pertenecías a ese club selecto de personas, esas que siempre saben estar en el sitio justo para responder bien a quienes lo buscan, y por eso fuiste un referente, no sólo en el pueblo sino también en la provincia, te marchaste y nos dejaste con una gran HUELLA.
Desde muy joven tomaste las riendas del negocio, travesía nada fácil, y a lo largo de tu vida fueron muchos los obstáculos que tuviste que superar pero tu constancia, esfuerzo y trabajo fueron vitales para salir de todos ellos. Tú fuiste un hombre honrado, honesto y trabajador que careciendo de una base de estudios donde apoyarte sí tuviste la fuerza mental que te permitió atrapar esos conocimientos especiales que nos regala la vida para aplicarlos en el negocio y en tu familia.
Pasamos muchos ratos juntos y en ellos tuvimos de todo, incluso nuestras riñas, pero éstas se borraban al momento. Recuerdo que nuestras charlas casi siempre estaban relacionadas con los temas del negocio (bodas, comuniones, reuniones de empresa, etc), del fútbol, de los toros, de la música (pero de la buena) y… También hablábamos, con antelación siempre, cuando se aproximaba el “Día de los Inocentes” y teníamos que ir preparando las múltiples bromas para los clientes y amigos. Tu aspecto de hombre serio no te impedía ser un gran bromista y tener un gran sentido del humor, por eso cuajaban tan perfectamente tus bromas.
A todos los que tuvimos la gran suerte de conocerte nos dejaste una gran huella de cariño y, sobre todo, recuerdo muy bien la humildad con que tratabas a todos los camareros, antes de mandarles hacer una cosa preferías hacerla tú. Esas formas eran semillas de confianza y amistad que sembrabas en tus trabajadores y en todos tus clientes, hasta el punto de que fuiste, al menos durante los fines de semana, el cajero automático al que acudían algunos de ellos para repostar y continuar la marcha cuando se quedaban sin gasolina.
Cómo no destacar la gran paternidad que, sin estar casado ni tener hijos, ejercías con todos tus sobrinos Paco, Manolo, Juan Luis, Chari, Mari Rosi, Manolillo, María del Carmen y tu Juan; también con tus resobrinos Alonso y Manuel y, como no, con Brigi y, con la más querida para ti, tu ANA y también con todos los hijos de tus amigos (Juana Mari, Mari Loli,  María Vicenta, Luisi y María Valeria… ¡Todos te recuerdan, te quieren y te echan de menos!
Hay una frase que se repite con frecuencia: “Cuando un amigo se va ya sólo nos quedan sus recuerdos”. Basándome en ella, y en todo lo anterior, desde el momento que vi comenzar las obras de reforma de la calle en la que tú tantas veces nos amenizabas las noches desenfadadas de la Caseta Municipal, cuando en ella todo el pueblo se divertía durante las ferias y fiestas en honor a Nuestro Santísimo Cristo de la Salud, entonces decidí promover la recogida de firmas que avalaran mi petición de nominación para ti. Pues bien, fue a ÉL al que me dirigí pidiéndole fuerza y valor para hacer al Sr. Alcalde la petición de que se le pusiera, a esta calle, tu nombre: JUAN MARTINEZ RAMIREZ. He de decir, en honor a la verdad: [D. SEBASTIAN LOPEZ MATEOS no dudó en ningún momento y me prometió que llevaría la petición al Pleno del Ayuntamiento.].
Una vez realizados todos los trámites necesarios así lo hizo y mi propuesta fue aprobada por unanimidad de todos los grupos políticos.
Querido Juan, todos los que te conocimos quisimos que de esta manera tu persona tuviera un recuerdo permanente y que así, con el paso de los años, alguien que te conoció pudiera comentar a las generaciones futuras tu perfil profesional y humano. Hace unos meses este deseo era una ilusión pero hoy ya es una realidad porque el sueño se cumplió felizmente, como en los cuentos, el pasado día 18 a las 21 horas. No fue un acto multitudinario pero sí entrañable porque estuvieron presentes los que nunca te daban la espalda y algunos más que también te apreciaban: Toda tu familia, tus primos hermanos, amigos, vecinos y, como no, Aníbal, José Ramírez y el Niño Cecilio (quien todos los días te visita). Todos acudieron a tu calle para presenciar el acto, fue muy sencillo: Unas palabras para recordar cómo eras y la bendición fue oficiada por nuestro nuevo cura párroco, D. JOSE MARIA ROMERO GARCIA. Quienes llevaron la “Placa con tu nombre” fueron tus dos resobrinos, ALONSO y MANUEL.
Sé que faltaron algunos de aquellos buenos amigos que tuvimos en común pero mi satisfacción fue, y es, que estaban todos junto a ti allí arriba y que lo estabais celebrando: De una manera muy especial tus padres Manolo y Rosario, la abuela Isabel y tu cuñada Capilla; D. Luis, Avelino, Paco Cañas, José Calles, Juan Manuel y nuestros íntimos amigos Frasco y D. Andrés.


Hasta tal punto sé que lo celebrasteis con gran cariño y alegría que, cuando se terminó el acto de bendición, cayeron sobre el pavimento de tu calle durante unos minutos unas gruesas gotas de agua… ¿Fueron las lágrimas de alegría y agradecimiento que se os escaparon a todos juntos después de presenciar lo que aquí se estaba celebrando?
Esa noche, todos los que acudimos, lo hicimos para recordarte y para darte una vez más nuestro cariño, lo que viene a confirmar algo que ya sabíamos todos: [Que eras un gran hermano, tío, primo y amigo de todos, es decir, una GRAN PERSONA.].
Por eso, amigo JUANITO, permíteme que te diga una cosa: [Esa noche me sentí como una persona que estaba muy orgullosa de haber pasado tantos años junto a ti y de haber sido el promotor de este gran evento que pasará a la historia de nuestro pueblo.]
TE QUISE, TE QUIERO y TE QUERRÉ siempre, te lo dice Juan A. Martos Moreno (JUANTO), como tú mismo me pusiste en la escuela de nuestro gran maestro y amigo, D. LUÍS PÉREZ NAVARRO.



Nota Aclaratoria: No hubo acto político y tampoco fue inauguración, sólo hubo un acto de bendición de la calle por el cura del pueblo D. JOSÉ MARÍA ROMERO GARCÍA. En ningún momento hubo intervención de los cargos políticos y públicos, lo hicieron como vecinos del pueblo.

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