sábado, 18 de mayo de 2019

JESÚS NOS ENSEÑÓ EL CAMINO…


Colaboración de Paco Pérez
EL AMOR AL PRÓJIMO
Nos escandalizamos a diario cuando escuchamos en los medios las cosas que ocurren y entonces solemos decir… ¡Qué tiempos más malos nos ha tocado vivir!
Si exploramos la historia con espíritu realista el análisis de lo que sucedió será objetivo, podremos establecer comparativas entre el pasado y nuestros días, entonces descubriremos que ningún periodo temporal fue peor ni mejor que el otro y que sólo son diferentes pues, en lo esencial, pocas personas se preocupaban y preocupan de los problemas ajenos.
Opino así porque Jesús, para solucionar esta problemática real, les dijo: [Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros.].
Estas palabras están en JUAN 13,33-34.

Él enseñaba a las personas que el camino de la verdadera convivencia tenía sus pilares en el AMOR. Actuaba así porque sabía que en su entorno había personas egoístas, maltratadoras, traidoras, infieles, amantes de lo ajeno, falsas… Como es lógico si cometían estas acciones incorrectas es porque no AMABAN a quienes convertían con sus actos en víctimas pues nadie que ama de verdad a otra persona es capaz de hacerle daño.
Jesús les aconsejaba lo que debían hacer pero no era un teórico porque Él practicaba lo que enseñaba, así su predicación era más entendible. Tenemos el ejemplo de lo que hizo en la “Última cena”: Lavó los pies a sus acompañantes; compartió con ellos los alimentos; perdonó a quién lo iba a entregar, lo demostró cuando ofreció pan a Judas; respetaba la libertad que todas las personas tenemos para actuar, Él no intentó impedir que Judas realizara su traición; les anunció lo que le iba a ocurrir, ellos no lo entendieron en ese momento y tampoco cuando les dijo a dónde iría después.
Con estas acciones Jesús demostró que era posible hacer cosas buenas al prójimo cuando se hacen por amor sincero, el que Él mostraba a los hombres en las relaciones de cada día.
¿Hemos asimilado el mensaje de su ejemplo dos mil años después?
Unos años después, Juan les habló de algo diferente y desconocido, el lugar de convivencia que Dios tiene preparado para quienes lo aman. En él todo será distinto porque no nos toparemos con las realidades que convivimos a diario y que no deseamos padecer: El dolor, la muerte, el llanto
En su propuesta de futuro para el hombre, introdujo un consejo: Si nos seduce visitar ese lugar lo primero que haremos será cambiar los malos hábitos que tenemos e intentar practicar lo que Jesús realizaba a diario con las personas.
Pablo y Bernabé pusieron en marcha las propuestas de Jesús y, para continuar con sus enseñanzas, viajaron hasta las comunidades cristianas que habían fundado con la intención de que ellos continuaran con la labor misionera de predicar la palabra, les recomendaban que siguieran mejorando en el campo de la fe y les recordaban que seguir a Jesús les ocasionaría sufrir mucho.


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