sábado, 30 de abril de 2022

JESÚS RESUCITADO LES ENSEÑÓ:

 Colaboración de Paco Pérez

AYUDARSE, COMPARTIR Y DAR LA CARA POR LA VERDAD

La tercera aparición de Jesús fue en la playa y por ella podemos aprender cómo se comportaba, preocupándose por los problemas de las personas y ayudándoles.

Aquella noche los pescadores habían tenido una pesca mala, Él les aconsejó que volvieran a intentarlo, confiaron en sus palabras y recogieron peces de manera abundante. Luego, tener fe en las palabras de Jesús es fundamental para caminar cada día.

Mientras pescaban Jesús los esperó en la arena y ya les tenía preparados alimentos. Regresaron muy felices, los invitó a compartir su comida y les pidió que aportaran algunos peces. La realidad de la vida queda ahí reflejada: Ayudar es necesario pero no debemos olvidar que todos tenemos la obligación de cooperar al sostenimiento de la comunidad aportando el fruto de nuestro trabajo pues de no hacerlo nos convertiríamos en una carga y recibiríamos el rechazo de los demás.

En esta escena podemos aprender también que Jesús, sabiendo que eran unos profesionales de la pesca, no tuvo miedo al aconsejarles que volvieran al trabajo y cómo debían hacerlo. En ese gesto podemos aprender que es un deber dar la cara por Él en los ambientes donde vivamos, que no debemos ocultarnos asustados como hicieron los discípulos, que divulgaremos la “Palabra” allá donde estemos y que lo hagamos con espíritu de servicio hacia los demás.

Los discípulos cambiaron de actitud después de que Jesús  resucitara pues perdieron el miedo, no se escondían y nos trazaron el camino de la “Iglesia en salida” pues contaban a quienes se les acercaban las vivencias que tuvieron al lado de Jesús.

Como sus testimonios iban calando con fuerza entre las personas sencillas pues se formaron pequeñas comunidades cristianas y vivían ayudándose como verdaderos hermanos. Estas realidades comenzaron a preocupar al poder religioso del lugar y al político de Roma, todos recelaban de ellos y pusieron en marcha acciones opresoras contra ellos.

¿Cómo lo hicieron?

En HECHOS 5, 27B-32. 40B-41 podemos comprobar

que el sumo sacerdote reprochara a los apóstoles que no habían dejado de predicar a Jesús, a pesar de las prohibiciones que les habían hecho, y que los responsabilizaran de su muerte.

Ellos fueron valientes y les dijeron que a “Dios había que obedecerlo antes que a los hombres”.

De nuevo les prohibieron predicar pero los liberaron.  

También chocaron los cristianos con el Imperio Romano porque debían proclamar que “El emperador era el señor del mundo”, ellos se oponían y les decían ¡Jesús es el Señor de Señores!

Por este comportamiento Roma no tardó mucho en ordenar las persecuciones contra los cristianos y muchos fueron martirizados con la acusación falsa de perturbar el orden social cuando lo único que les preocupaba era seguir en el poder para disfrutar de sus beneficios.

Han pasado muchos años pero la realidad nos enseña que en el S. XXI los dirigentes políticos todavía ordenan “persecuciones” y, aunque las adornen con falsedades, la realidad es que lo hacen sin mirar a quienes afecta.

En todas las épocas se ordenan para conseguir dinero, sin reparar en las consecuencias, que perjudican a las capas humanas más desfavorecidas, y así, mientras éstas quedan arruinadas los poderosos cada vez son más ricos.

Cuando quieren gobernar comienzan prometiendo lo que no tienen y cuando ya gobiernan lo hacen con injusticias, lo que ocurre en nuestros días, por ello podemos afirmar que las personas desfavorecidas son los mártires del 2022. Abran la caja tonta y verán cómo se llora en Venezuela, Cuba y otros países porque no pueden comer correctamente o cómo invade Rusia Ucrania para quitarles la LIBERTAD, su territorio y riquezas sin importarle masacrar a sus gentes y destruirlo todo.

Han pasado veinte siglos y sigue habiendo opresores y oprimidos. Hoy estamos recordando las persecuciones del S. I para que nos ayuden a comprender porqué escribió el apóstol Juan el Apocalipsis.

En aquellos años todo iba contra los cristianos,

vivían en una situación permanente de dolor, desorientación, se sentían abandonados por Dios, estaban cansados de caminar y no llegar al final del camino, perdieron la ilusión porque creían que su final estaba cerca, tenían miedo, por ello muchos abandonaron el cristianismo y se pusieron al lado del Imperio.

Llegaron a esta situación porque, además de estar acosados por las persecuciones, también sufrieron la visita de falsos apóstoles que predicaban doctrinas alejadas del verdadero mensaje de Cristo y esto los confundía, la pobreza aumentaba y quienes vivían mejor optaban por lo fácil, renunciar a Jesús y acomodarse al sistema que les imponían los poderes humanos.

Este retrato de la sociedad de entonces refleja la realidad de las pequeñas comunidades que había por todo el Imperio Romano y Juan, que ya estaba encarcelado, decidió ayudarles con el Apocalipsis. Un libro difícil si se lee sin ayudas porque entonces tenemos la sensación de no comprender el mensaje por la cantidad de imágenes que utilizó cargadas de misterio y terror y eso nos hace pensar que en su contenido se comunica el fin del mundo y los desastres que irán apareciendo antes. Los expertos opinan que los símbolos transmiten mensajes de una gran actualidad.

El apóstol Juan lo escribió con ese estilo por el caos que se originó y creyó que escribiéndolo con símbolos y en términos transcendentes les ayudaría a comprender mejor lo ocurrido con la muerte y resurrección.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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