jueves, 28 de diciembre de 2017

NAVIDAD

Colaboración de José Martínez Ramírez
VILLANCICO

De paz, de amor y de gloria; de reyes, princesas y de historias y, cómo no, a los corazones solitarios va dirigido.
Pero las cosas que tiene el destino,
según está mi pobre memoria,
para su eterna vanagloria.

Sus árboles, su cielo de platino,
calle de los camareros y vecinos,
los hombres eternos de victoria.

Tras la barra de un bar con trayectoria,
cuando la lluvia cae de continuo,
las aceitunas de arcilla van al molino.

Besan de noche la luna de esta historia,
la Virgen duerme al Niño que está en la gloria
y San José peina a la burra con mucho cuido.


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