Colaboración de Paco Pérez
NOS AYUDA A CAMBIAR
Las
lecturas nos muestran a Pedro y Pablo en unos momentos de sus vidas en los que
no tienen más fuerza impulsora que su fe, a pesar de estar presos y saber que
el final de sus vidas está cercano.
Ambos
me enseñan que lo importante para Dios no es cómo iniciamos el camino del Reino
sino cómo acabamos cuando, siguiendo sus enseñanzas, cambiamos y damos lo mejor
de nosotros en todos los ámbitos.
Jesús invitó a Pedro a orar pero se quedó dormido y le falló. Cuando lo apresaron fue tras Él, lo identificaron como uno de los suyos, él lo negó y después lloró desconsolado porque sabía que había fallado de nuevo al que identificó como “el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.