Colaboración de Paco Pérez
LOS CIRUJANOS
En
la década de los cincuenta, subiendo el “Pecho
la Ermita” y a la izquierda, después de la casa de la “Potra” había un descampado con eras y hazas de tierra y por él se transitaba
de esta calle a la conocida con el nombre de “El Centro”, hoy Pablo
Iglesias. En ese lugar los niños jugábamos y por esa razón, como es lógico,
los protagonistas de este relato allí estaban divirtiéndose y ese fue el lugar
que eligieron para hacer otra de sus travesuras, hace unos días me la contó Juan José Castillo Mata “El Espartero”.
Una
tarde se encontraban en el lugar mencionado los dos Tobalicos, el de la “Ermita”
y “Lulú”, José “Maino” y él, en
aquellos tiempos los cuatro eran inseparables. Estaban distraídos con sus
juegos, igual que todos los días y, según la costumbre de entonces, las
familias soltaban los animales en el descampado por la mañana para que se
alimentaran con lo que encontraran y por la noche los recogían.