Colaboración de Paco Pérez
CONFIAR SALVA
Los judíos que
vivían fuera de su tierra tenían dificultades para conservar la fe por las influencias y presiones que
recibían al vivir en minoría dentro de una comunidad cuyo
pensamiento y cultura eran diferentes y porque, además, los humillaban y perseguían.
El Señor,
conociendo estas injusticias, les ayudaba para que permanecieran unidos
en la fe, anunciándoles su liberación y recordándoles que, a pesar de ello,
nada quedaría sin ser juzgado por Él.
Hoy, la fe, también está presente pero la realidad es distinta, una cosa es hablar de ella y otra vivirla.