martes, 15 de julio de 2014

MENOS DELIRIOS Y MÁS REALIDAD

Colaboración de Paco Pérez
Capítulo IV 
Los delirios de grandeza que le afloran a algunas personas o a las instituciones no son deseables nunca para nadie porque Dios, que es el más grande, vino al planeta para darnos ejemplo de comportamiento, y lo hizo desde la normalidad familiar y personal.
Quienes se ven afectados por ese sídrome sufren mucho cuando comprueban que la sociedad no los acepta y, a partir de ahí, ya comienzan a ver fantasmas por todos los sitios cuando la realidad es que el único fantasma que hay en el ambiente está en sus mentes y no logran desalojarlo de ella.
¿Por qué planteo esta entrada?

Porque a pesar de que todos conocemos esa cruda realidad hay una región en España que está afectada de ese sídrome, me refiero a Cataluña. En ella no se cansan de romper el tiesto cada vez que les ponen delante una alcachofa con grabador, también cuando ven venir hacia ellos unas cámaras de vídeo o cuando un señor con bolígrafo hace garabatos en un papel. Gustarles que los entrevisten los distintos medios no es un problema para nadie pero que aprovechen esas oportunidades para decir una MENTIRA tras otra y, además, con la insana costumbre de ganar adeptos a su equivocada cruzada es lo que no se debe hacer y, por supuesto, lo que no pasa por mi gaznate y el de otros muchos.
Piqué es catalán y al buen hombre, de manera equivocada, le adjudicaron unas declaraciones inadecuadas. El periódico deportivo MARCA se hizo eco de ellas y publicó la noticia.
La CNN americana encedió el fuego con declaraciones que buscaban hacer patria catalana, el dichoso embrollo se publicó el 16 de enero de 2014.
Para documentar el tema que nos ocupa, leamos parte de las palabras que se le adjudicaron:
Gerard Piqué ha vuelto a referirse a Cataluña y a su situación respecto a España, para lo que ha señalado que el FC Barcelona es la mejor manera de enseñar Cataluña en el exterior. Creo que para Cataluña el Barça significa mucho.
En la entrevista, la cadena americana define a Cataluña como "un bastión de la resistencia durante el régimen dictatorial del general Franco".
Para comprobar la veracidad de la noticia:
Quienes siembran vientos recogen después el fruto de lo que esparcen y en este caso, la entrevista adjudicada a Piqué, el fruto que se recogió después fue la respuesta razonada de un señor que aspiró, en su momento, a la presidencia del Real Madrid, me refiero a Alfonso Ussía.
Este periodista se documentó con MARCA y publicó un escrito de inmediato, iba dirigido al jugador. Después se demostró que Piqué no había hecho esas declaraciones, Marca rectificó su error y le pidió disculpas.
Como Alfonso Ussía publicó su artículo antes de que Marca rectificara pues, para mí, el asunto hay que tomarlo como lo que es, una prueba más del comportamiento de los catalanes a lo largo del tiempo en sus continuas quejas hacia el Real Madrid y Franco.
El artículo de este señor es una lección histórica en el campo del deporte y la política y el contenido de su respuesta fue publicado en un medio nacional, me lo regaló un amigo a través del correo electrónico.

SIEMPRE CON VUESTRA EXCELENCIA
Escrito y publicado por Alfonso Ussía

Hay desmemorias divertidas. O falta de información. O deseos de olvido. El caso es que Piqué, gran futbolista del «Barça» y de la Selección Nacional, se ha metido en terrenos que no domina y se ha desahogado con una tontería. Piqué, extraordinario jugador y hombre muy envidiado por haber iluminado los vientos del amor que soplan en torno a la bellísima Shakira, ha asegurado – textualmente – que «el Barça fue un bastión en la lucha contra el franquismo», lo cual no se me antoja respetuoso con la verdad. Lo que ha dicho Piqué viene de órdenes de arriba, y no es responsable de emitir semejante memez.
Piqué no tiene edad para saber hasta qué punto el «Barça» fue un club mimado por el franquismo, y beneficiado de un acuerdo del Consejo de Ministros celebrado en el Pazo de Meirás en el verano de 1965 por el que se facilitaba al gran club barcelonés toda suerte de ventajas para su expansión social. Un acuerdo ministerial que aprobó la recalificación de unos terrenos para que el «Barça» pudiera culminar sus proyectos urbanísticos y deportivos, y que no sólo consistió en tan generosa medida. El Consejo de Ministros presidido por el Jefe del Estado, don Francisco Franco, aprobó una subvención a fondo perdido y con cargo al Consejo Nacional de Deportes de 43 millones de pesetas al Fútbol Club Barcelona. Una cifra que en aquellos tiempos superaba el rango de espectacular.
Previamente, el Fútbol Club Barcelona, con todos sus directivos uniformados de elegante chaqué, fueron recibidos por el Generalísimo, el cual aceptó encantado la concesión por parte del club catalán de dos medallas de oro. La segunda medalla de oro no se le impuso al Jefe del Estado en los tiempos duros de la posguerra, sino el 28 de febrero de 1974, cuando el general Franco y su régimen principiaban el inexorable camino hacia su extinción. Es decir, que el «Barça», como institución y ejemplar club deportivo español, fue leal con el Jefe del Estado y el régimen franquista hasta las postrimerías de sus respectivas existencias.
Unas semanas antes de la concesión de su segunda Medalla de oro al Caudillo, el «Barça» había vapuleado por 0-5 al Real Madrid en el Estadio Bernabéu, y su presidente de entonces, Agustín Montal, decidió celebrarlo, con la aprobación de toda su Junta Directiva, concediendo al Jefe del Estado tan importante galardón, aprovechando también el septuagésimo quinto aniversario de la fundación del formidable y españolísimo Club de Fútbol Barcelona. A Franco, en presencia del ministro don José Utrera Molina y del delegado nacional de Educación Física y Deportes, Juan Gich, le emocionó el recuerdo que constituyó el argumento principal del discurso de adhesión de Montal a la fundamental ayuda que en 1965 recibió el «Barça» del Gobierno de la nación. Gracias a esa inestimable ayuda, el «Barça» construyó el «Palau Blau Grana» y el Palacio de Hielo. El Presidente de la Real Federación Española de Fútbol era también catalán, como Juan Gich.
En la vida los rumbos se enderezan o se atraviesan, pero no se queman. Siempre queda alguien al cargo del archivo de la memoria y de los recuerdos. Cuando el «Barça» viajaba a Portugal, no acudía como el Real Madrid a visitar al Conde de Barcelona, el Rey exiliado. Temía una reacción negativa de Franco y de su Gobierno. Bernabéu, tan expresivo, respondió de
esta manera al elegante y caballeroso periodista deportivo «Gilera» cuando éste le comentó, después de una visita a Don Juan, de la posible incomprensión de Franco:
- Me la refanfinfla.
El «Barça» es un grandísimo club. Pero hay que explicarle a Piqué que de bastión antifranquista tuvo muy poco. Más bien, nada. Mejor dicho, lo contrario. Como terminó Montal sus palabras, «siempre con Vuestra Excelencia».


Continuará 

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