sábado, 14 de noviembre de 2015

LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE

Colaboración de Paco Pérez
El hombre religioso ha escuchado, desde hace muchos años, que llegaría un día en el que se destruiría el orden que el Padre nos regaló y que padecería por ello. Cuando ocurra será una situación de aniquilación, muerte de lo anterior y nacimiento de un orden nuevo.

Entender este mensaje, por un hombre normal, es complicado porque en su momento no lo entendieron los apóstoles. La esencia está, desde el comienzo, en el sufrimiento del hombre y la angustia que le generarán las vivencias previas al desenlace. También se contempla la esperanza de la salvación para quienes hayan vivido practicando la justicia con sus semejantes, quienes no hayan procedido así serán separados.
El cristiano que ama a Dios siempre practica la justicia y ese sentimiento lo guía en su andadura terrenal. Cuando lo hace es porque comprendió que ese es el camino y entonces decide qué debe hacer para no fallarle; para alcanzarlo modifica su comportamiento equivocado en los campos donde está presente su actuación y los frutos de su cambio, si los logra, se los presentará al Padre como ofrenda y con humildad.
Debemos estar preparados para cuando llegue el día en el que se agoten los plazos concedidos, en ese tiempo el Hijo del hombre vendrá de nuevo y lo hará con la gloria de su condición para pedirnos cuentas.
Antes de ese momento habrá señales inequívocas pero sólo el
Padre sabe cuándo será el momento.







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