domingo, 25 de diciembre de 2016

CUENTO DE NAVIDAD

Colaboración de Paco Pérez
Cuentan que, hace muchos años, ocurrió un hecho que cambió el sentido de la vida para las personas, fue de manera progresiva y sin violencia… ¡¡¡El nacimiento de Jesús!!!
El pueblo de Dios, igual que nos ocurre ahora y con las diferencias propias de la problemática, atravesó en varias ocasiones por momentos difíciles y durante ellos sufrieron muchas penalidades. 

A pesar de ello nunca perdieron la esperanza de recuperar su libertad y confiaron en Dios para alcanzar ese anhelo. Él no los abandonó y por mediación de los profetas les mantenía viva la esperanza con sus mensajes. Por seguir ese procedimiento hoy nos encontramos con el relato del profeta Isaías, sus palabras fueron difíciles de entender porque les hablaba de algo futuro pero, a pesar de ello, les regaló un soplo de ilusión y esperanza con el anunció de que algo bueno les ocurriría:
[El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; habitaban tierras de sombras, y una luz les brilló…
Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva al hombro el principado, y es su nombre: Maravilla de Consejero, Dios Guerrero, Padre Perpetuo, Príncipe de la Paz.
Para dilatar el principado con una paz sin límites, sobre el trono de David y sobre su reino. Para sostenerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y por siempre. El celo del Señor lo realizará.]
Sistemáticamente, las gentes de Israel eran pisoteadas con la injusticia de los poderes dominantes de aquellos tiempos… ¿Acaso no estamos siendo pisoteados en nuestros días por el sistema económico mundial que empobrece a los más pobres y enriqueces más a los que ya lo están, por los fanatismos nacionales y mundiales, por la injusticia de la Justicia cuando no entran en chirona los políticos que han administrado mal nuestros recursos y nos tienen en esta situación…?].
Estos hechos ocurrieron hace algo más de dos mil años y nos cuentan los expertos que es complicado fijar el momento exacto en que nació Jesús pero, ante la realidad de tal acontecimiento; prefiero escribir sobre lo importante de su vida, en mi opinión el legado que nos dejó: [Que era Dios y se hizo hombre; que nació en el seno de una familia pobre; que la situación económica de ella llevó a sus padres a tener que alojarse en un establo; que allí alumbró María a Jesús; que vino para cambiarlo todo; que denunció la injusticia reinante en aquel lugar; que fue perseguido por actuar así y resultar incómodo para el poder y que amo a todos los hombres, incluso a quienes se declararon sus enemigos y lo mataron.].
Su ejemplo de vida es el camino pero, lamentablemente, su doctrina es practicada por muy pocas personas. Los demás hablamos mucho de Jesús pero preferimos seguir viviendo dignamente en nuestras casas o en palacios, cada cual según sus posibilidades; damos muy poco a quienes necesitan, de lo que nos sobra; no estamos dispuestos a cambiar nuestras rutinillas religiosas, porque nos tranquilizan el espíritu; no aplicamos el tuve hambre y me distes de comer, sed y recibí de ti un vaso de agua, dormía en la calle y me alojaste en tu casa… ¿Qué hacemos realmente para que se erradiquen la pobreza y la riqueza y, una vez logrado, pueda amanecer un mundo igualitario?
Se nos da muy bien hacer gestos y pronunciar palabras bonitas, acciones que nos hacen quedar bien ante el gran público, pero unos minutos después seguimos instalados en nuestra comodidad.
¿El CAMINO que no enseñó es éste?





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