lunes, 20 de febrero de 2017

ELECCIONES EN EL “HOGAR DEL JUBILADO”

Colaboración de Paco Pérez
HAY NUEVO CANTINERO,
EL SR. “RASPÍN”
Al “Hogar del Jubilado” le ocurre como a nuestra querida España, cada cierto tiempo tiene que abordar la celebración de elecciones para elegir nuevo “cantinero”, todos sabemos que éste tiene que ser siempre del pueblo y no de Cuba.
El anterior responsable de este servicio fue, durante unos años, Tomás Mateos El Minico” pero un día decidió abandonar esa responsabilidad, se lo comunicó a la Junta Directiva, ésta declaró vacante esa función y estableció un periodo de tiempo para la presentación de candidatos.

Estaba en marcha el proceso convocado por los dirigentes del “Hogar”, yo no tenía ni idea de ello, y un día, mientras tomaba solo unos vinos en “El Tropezón” y leía la prensa, se me acercó Andrés Coeto y charlamos de varios temas, en un clima amigable me comentó:
- Paco, ahora que estamos los dos solos, quisiera hablarte de un tema.
– Te escucho –le respondí.
– Dentro de unos días habrá elección de nuevo “cantinero” en el “Hogar del Jubilado” para suplir a Tomás, yo voy a presentar mi candidatura y quisiera que me apoyaras.
Andrés, me hubiera gustado hacerlo pero lamento decirte que no podrá ser debido a que no soy socio – le contesté.
Seguimos charlando y me comunicó que quien se presentaba realmente era su madre y que él le ayudaría atendiendo el servicio.
La curiosidad me hizo preguntarle:
- ¿Qué otros se presentan también para el cargo?
– Mi tío JuanRaspín” – me contestó.
Andrés, lamento decirte que tu tío será el nuevo “cantinero”.
– Ya me lo han dicho otras personas también… ¿Por qué crees eso?
- Porque tu tío tiene una peña grande de amigos que acude a diario allí para echar la “liguera” y ese factor será decisivo, a lo mejor me equivoco – le respondí.
Después de las elecciones, una mañana iba por la “Cañailla” y Andrés me llamó la atención:
- ¡¡¡Pacooo!!!
Me detuve, caminé hasta él y, después de los saludos de rigor, me dijo:
- Llevabas razón, mi tío Juan "Raspín" ha sido elegido.
Estaba triste porque había intentado encontrar una forma de ganarse un dinero para ir tirando, ante el panorama tan lamentable que el mundo del trabajo ofrece a todos.
Unos días después, iba como de costumbre con mi esposa a tomar el café matinal y cruzábamos por El Paseo, mientras lo hacíamos, escuchamos una voz que me llamaba con fuerza, detuvimos nuestra marcha, me giré y resultó ser el amigo Pepe Escalante. Cuando llegó hasta nosotros muy alborotado, ya sabemos que sus nervios le hacen manifestarse de manera muy atropellada y poco entendible, me habló del nombramiento del señor “Raspín” y de los textos jocosos que ya le habían sacado en el HOGAR. Nuestra respuesta fue lógica, reírnos nada más escucharlos porque es increíble la facilidad que hay en nuestro pueblo para hacer estas chirigotas. Cuando nos íbamos a despedir le dije:
- Pepe… ¿Qué te parece si nos acompañas a la cafetería y, mientras tomamos un café, yo escribo lo que acabas de contarnos para que no se me olvide?
Aceptó la propuesta y saboreando la dosis cafetera, nos fue contando de nuevo su novedad informativa. Lo que no comentó es quién o quienes habían sido los creadores de las ocurrencias:
PRIMERA:
Si quieres comer “gambas al Pil Pil
te vas de visita al “Hogar del Jubilado
y bebes el vino que sirve “Raspín”.
SEGUNDA:
En el “Hogar del Jubilado
todos tenemos que aportar dinero
porque, de no hacerlo así,
fastidiamos al compañero.
TERCERA:
Si piensas beber de gorra
en este humilde recinto
piénsalo en serio y no en broma
que aquí no hay ningún quinto.
CUARTA:
Querido amigo gorrón,
espero que bien respondas
y, en vez de arrimarte a mí,
vayas con tu señora de compras.




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