jueves, 25 de mayo de 2017

ZAMORITA

Colaboración de Paco Pérez
Los datos biográficos sobre este personaje histórico local, y las fotos, son gentileza de uno de sus nietos, Tomás Lendínez García “El Pulguito”, también “El Tío Calambres”. 

Cuando se hablaba, o habla, en Villargordo de Tomás García Ciprián la mayoría de los villargordeños damos por sentado, yo me cuento entre ellos porque también lo creía así, que nació en nuestro pueblo pero la realidad es que su verdadero origen estaba lejos del lugar donde desarrolló la mayor parte de su vida laboral y familiar. Él fue un manchego que nació en 1873 en Campo de Criptana (Ciudad Real) pero, por las circunstancias particulares que a cada familia o persona le toca vivir, se trasladó a nuestro pueblo siendo un jovenzuelo y unos años después se casó con Asunción.
No me aclaró el nieto si su venida estuvo motivada porque en nuestro pueblo vivían unos familiares o que éstos vinieron detrás de él, me refiero a D. Miguel Torres Ciprián y su familia.
Éste estudió en la Universidad de Granada, siendo número uno en sus estudios, se licenció en medicina y después hizo la especialidad de cirugía. Cuando ejerció como médico en nuestro pueblo fue muy reconocido por los de su profesión y alcanzó mucha fama entre los villargordeños y las gentes de otros lugares. Este doctor y Tomás fueron primos hermanos.
En unos cuantos años Tomás se convirtió en un villargordeño más que, para quienes no lo conocían, lo era más que el que más.
Cuando el señor Tomás se hizo mayor tuvo que hacer el Servicio Militar, se incorporó a filas para cumplir con su deber hacía la patria y lo hizo en Zamora.
Parece ser que cuando venía de permiso por el pueblo siempre contaba a los amigos cómo era su vida allí: Lo bien que se lo pasaba en aquella ciudad, la novia tan guapa que tenía, los buenos amigos que había encontrado en aquella tierra… Cuando regresó al pueblo de manera definitiva, por haberse licenciado, continuó hablando de los mismos temas y la gente ya se sentía cansada de escucharle con tanta insistencia de lo mismo y, como se repetía más que la “morcilla frita”, los cabreó y un día uno de sus amigos le dijo:
- ¡¡¡Zamora, deja ya de contarnos las mismas cosas!!!
Como suele ocurrir siempre, lo que empieza de una manera acaba con el tiempo de otra. En este caso de “Zamora” el APODO evolucionó y se quedó ya, de manera definitiva, en “ZAMORITA”.
Cuentan los mayores que fue un comerciante de éxito en cuyo establecimiento se podía encontrar cualquier producto que se necesitara de ferretería, alimentación, tejidos…
Además de su actividad comercial también pasó a la historia local por ser un buen alcalde y, durante su gestión municipal se dieron los primeros pasos para que el Cementerio, con la ayuda de D. Ángel Méndez Orbegozo, pasara a ser un lugar digno; también construyó el reloj del Ayuntamiento, en cuyo solar se ubica ahora el Centro de Salud
Tomás García Ciprián Zamorita” murió el 21 de julio de 1948, con 75 años.
Un año después la familia imprimió este recordatorio para invitarlos a la misa que se celebraría por su alma el 29 de julio de 1949.

Después de su muerte el comercio lo heredó su hijo Tomás pero fue Angelita Jiménez, su nuera, la que siguió haciéndole funcionar al negocio. Poco a poco decreció la fuerza que le dotó él. Después tomó el mando su nieto José Luís mejorando la trayectoria y ha sido su biznieto Pedro Tomás quien ha vuelto a poner el negocio en un nivel muy elevado.


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