sábado, 1 de junio de 2019

LA ASCENSIÓN


Colaboración de Paco Pérez
Jesús resucitado estuvo conviviendo con los apóstoles y discípulos hasta que "subió" al cielo y a ese momento histórico extraordinario le  llamamos la “Ascensión”.
El libro de los “Hechos” nos habla de lo que Jesús hizo durante los 40 días que estuvo junto a ellos para que aprendieran qué debían hacer antes de que Élsubiera” al cielo. Esta preparación final se interpreta como un período de tiempo necesario para que completaran su formación y después, con una mejora sensible en su “fe”, se lanzaran sin miedo a dar testimonio de lo que habían visto y oído.

Hablar del tiempo que transcurrió desde la “Resurrección” a la “Ascensión” es lo de menos, lo importante es que ellos fortalecieron su “fe” con la presencia de Jesús entre ellos, experimentaron un cambio profundo en su actuar y después siguieron por el camino que Él les enseñó.
Después de la “Ascensión”, el Espíritu Santo continuó junto a ellos para guiarlos y ellos empezaron a trabajar para que con sus palabras y testimonios la doctrina cristiana se extendiera por Israel y otros lugares.
Ha pasado el tiempo pero Jesús sigue presente entre los hombres gracias al Espíritu que sigue orientando nuestros pasos para que alcancemos el triunfo final y, según los expertos, así es como debemos interpretar el extraordinario "misterio" de la “Ascensión” de Jesús. Con ella se cumplieron estas afirmaciones: “Que era Hijo de Dios” y "El que se humilla será ensalzado…".
Cuando miraban aturdidos hacia donde había desaparecido dos ángeles se acercaron hasta ellos les comunicaron un mensaje, está en Hechos 1, 10-11: [Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
- Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.]. 
Si asociamos estas recomendaciones de los ángeles con el recuerdo de lo que hacía Jesús cada día entonces comprenderemos que mirando al cielo no arreglamos los problemas del prójimo pero si caminamos como Él nos enseñó entonces acertaremos y seremos bien recibidos en el cielo. Para lograrlo deberemos trabajar por la paz y los pobres, ayudar a los que se juegan la vida por los hermanos, respetar los derechos de los hombres y su libertad, ser justos y ser testigos… Quienes lo hagan tendrán que enseñar todo lo que sucedió desde el bautismo de Juan hasta la “Ascensión de Jesús”.
¿Estamos convencidos de que este es el camino?
Si estamos convencidos trabajaremos intentando cambiar nuestro comportamiento y sólo así nuestra fenacerá” de la aceptación de este testimonio, “crecerá”, nos “empujará” y nos “guiará”.







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