viernes, 26 de julio de 2024

EL AMOR AL PRÓJIMO PRIMERO

 Colaboración de Paco Pérez

LAS NORMAS DESPUÉS

Eliseo dirigía la comunidad creyente, conocía los problemas de las personas y por eso dio aquella orden al señor que acudió a cumplir con la norma religiosa de las primicias. Lo hizo porque, en determinados momentos de nuestra vida, debemos decidir qué acciones son prioritarias y cuáles no. Eliseo lo hizo y eligió la correcta, dar de comer a los hambrientos y no cumplir la norma. El acierto de su decisión quedó probado con la ayuda invisible que recibió de Dios, con pocos panes comieron muchos.

El SALMO confirma la decisión acertada de Eliseo:

[El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones; cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente.].

¿Podemos interpretar como una enseñanza sobre la evolución que debemos dar a nuestros cumplimientos católicos caducos el aparcar las normas humanas y las tradiciones, porque hoy también las hemos convertido en leyes de obligado cumplimiento, para dar prioridad a las sencillas enseñanzas que Jesús concretó en DOS: AMAR a Dios y al prójimo…?

Pasaron los años y Jesús, como Eliseo, también dio de comer a las personas que lo seguían atraídas por la esperanza que despertaba en ellas al hablarles y curarlas. Así confirmó, de manera práctica, qué era lo esencial y se mostraba en su doble condición de hombre y Dios. Como hombre se compadecía de las personas que tenían necesidades, y les ayudaba. Como Dios enseñándoles que debían tener confianza en el Padre, lo que sólo se consigue si tenemos fe verdadera.

Las personas tuvieron claro que era el Mesías esperado pero Él se alejaba de ellas, un comportamiento totalmente contrario al nuestro, huía de los aplausos populares… ¿Qué hacemos los humanos?

Lo contrario, movemos los hilos de la marioneta con la magia invisible de la mentira para que perciban, durante la función, quienes les regalan las ayudas que reciben para que se lo reconozcan eternamente y puedan seguir sentadas en el sillón mientras mueven los hilos sin obstáculos.

Pablo dijo que para seguir al Señor hay que trabajar atrapados por su mensaje y caminar, desde la vocación que elijamos, empujados por el amor a Dios y al prójimo con espíritu de unidad, desinterés, justicia y bondad. Lo lograremos si no olvidamos que hay un Dios, un Espíritu, una fe y un bautismo. Así podremos tener la esperanza de ser acogidos por Él.

 

 

 

 

 

 

 

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