viernes, 12 de julio de 2024

LA EVANGELIZACIÓN…

 Colaboración de Paco Pérez

¿ACEPTACIÓN O RECHAZO?

Los apóstoles, cuando estuvieron preparados, fueron enviados por Jesús a evangelizar, de dos en dos, para que comunicaran las experiencias que habían vivido a su lado y anunciaran la venida del Reino. En su nombre ayudarían expulsando los demonios y curando las dolencias. También les dio unas normas para viajar y permanecer en los pueblos, ellos regalarían la Palabra y los habitantes los hospedarían.

Pasaron los años y comprobamos que antes y después de Jesús los problemas continúan pero el Señor siempre está a nuestro lado.

El SALMO nos ayuda a comprobarlo: [El Señor nos dará lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará ante él, la salvación seguirá sus pasos.].

¿Respondieron y respondemos bien las personas?

No y por eso recibió Amós, del Señor, el encargo de comunicarles que estaba cansado de su mal comportamiento pues habiendo prosperidad unos pocos vivían en la opulencia y los muchos no tenían qué llevarse a la boca, lo mismo que ocurre ahora.

En la Casa de Dios profetizó lo que recibirían, el sacerdote se lo reprochó y le aconsejó que no lo hiciera allí, en lugar sagrado… ¿Por qué lo hizo?

Porque aún no había comprendido que la preocupación de Dios era solucionar la situación injusta en que vivían los pobres pero sí comunicó a Jeroboán la profecía que Amós hizo sobre él.

Ahora se repiten, en España y el mundo, los mismos atropellos contra las personas, la verdad, la justicia, la libertad o las leyes… ¿Necesitamos que Amós nos recuerde cómo está Dios con lo que hacemos?  

No, pero considero que nos faltan Bautistas que denuncien para que los cristianos tomemos posturas eficaces ante los desmanes y que nos sobran los soplones de Jeroboán. Éstos, en el tema de los abusos a menores han levantado la voz, han fijado su postura ante la opinión pública, se han convertido en defensores únicos de las víctimas y han puesto a la Iglesia Española en evidencia para que sea juzgada y condenada anticipadamente… ¿Cómo?

No aceptando el calendario que la CEE tenía programado para aprobar el PRIVA y encumbrando el plan del Defensor del Pueblo porque, según ellos, es el mejor.

Ante estos desmanes, debemos recordar que Pablo afirmó que, por amor del Padre, recibimos la condición de Hijos de Dios; que Jesús sufrió y murió para rescatarnos del pecado y salvarnos y que el Espíritu Santo continuará actuando para que el plan del Padre culmine felizmente.

 

 

 

 

 

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