lunes, 24 de octubre de 2016

EL KIOSKO DE ANILLA

Colaboración de José Martínez Ramírez
Recordando, a Dª Ana y a D. Benigno, con cariño.
Estaba Ana sentada en su silla,
y llegó Benigno por sus puros.
Intentando un trato, por fatiga
con intercambio, pero sin duros.
 
Yo te traigo tu colonia o pastilla
y tú me das las raciones de puros.
De mala gana aceptó, en la Villa
de Villargordo, esos cambios impuros.

De esta manera, con sus manecillas,
no paraba de llevarle el canguro.
Pero Ana, inundada ya de pastillas
y colonias, pues se vio en un apuro.

Entonces, le espetó de boquilla…
¡Qué coño pasa, so inmaduro!
Sube sostenes, bragas, senagüillas…
¡Las cosas que pasan por este muro!

Ana, te doy un abrazo desde mi orilla
y hoy, con él te recuerdo y abundo.
Para que no se te olvide y, tranquila…
¡Contigo nadie, ni yo, me confundo!


No hay comentarios:

Publicar un comentario