sábado, 19 de junio de 2021

EL MILAGRO

 Colaboración de Paco Pérez

EL PAPEL DE LA FE

Los milagros pueden ser interpretados como la prueba de que Dios siempre está cerca de las personas, ayudándoles de manera silenciosa.
Los relatos bíblicos muestran que quienes tenía problemas eran presentados a Jesús y Él las curaba.  
Con este planteamiento sencillo Él atendía a quienes estaban enfermos y después andaban, veían… Cuando esto ocurría, quienes los conocían bien, daban testimonio de que habían sido curados, ésta era la cara visible del milagro y nadie podía explicar cómo había ocurrido.
Con su ejemplo de vida la comunidad comenzó a conocer
a Jesús, a creer en su mensaje, a pedirle con fe que les ayudara y Él lo hacía. En este planteamiento encontramos la cara invisible del milagro, es decir, el momento en el que las personas percibían que Jesús era alguien especial, tenían fe en Él y el Padre los curaba.
De una manera o de otra y en función de la capacidad que cada persona tiene para percibir esos hechos inexplicables, lo cierto es que ocurren y no siempre mediante hechos visibles o grandiosos.
Cuando las personas creen realmente y son observadoras es posible que entonces comprendan que nada ocurre por casualidad y que los buenos actos y la fe son quienes determinan que les ocurran cosas positivas o no… ¿Por qué?
Porque Él creó unas leyes que no debemos transgredir pero lo hacemos y entonces, mirando al cielo, le pedimos explicaciones por lo que nos ha ocurrido.
Los milagros ocurren porque se desencadenan una serie de acciones y, en un breve espacio de tiempo, éstas restauran lo que hasta ese momento no funcionaba.
Hay personas que necesitan los milagros para alimentar su creencia, es decir, buscan en ellos la “prueba” que confirme la existencia de Dios, luego no creen en Él, y es un error pensar así porque Él ayuda por amor al débil y no para demostrar su grandeza, ya lo hizo a través de su Hijo.
Debemos creer en Dios por su mensaje y por lo que percibimos a través de la fe pero no por la grandiosidad de los milagros.
Desde una barca, Jesús habló a quienes acudieron a escucharle, unos estaban en la orilla y otros en otras barcas. Cuando acabó les propuso ir al otro lado del lago de Galilea, una tierra de gentes paganas, y los que estaban en barcas le siguieron. Esta propuesta puede interpretarse, según la teología, como una invitación para ir a evangelizar a quienes no conocían a Dios, unos aceptaron y le siguieron pero otros prefirieron quedarse y continuar apegados a las tradiciones del judaísmo.
Cuando llevaban un rato de navegación Jesús se quedó dormido y una tormenta se presentó. Esa realidad hizo que sus acompañantes temieran naufragar y perder sus vidas pues la teología judía enseñaba al pueblo que “el mar era el lugar de los poderes de la muerte”, ellos habían sido educados en esas creencias, se asustaron, pensaron que los había abandonado y lo despertaron.
Incorporado, Jesús amansó las fuerzas de la naturaleza, con ello les dio una prueba más de quién era y, una vez calmadas las aguas, les reprochó el comportamiento que habían tenido como fruto de su poca fe, realidad que les impidió tomar decisiones por sí mismos para intentar arreglar el problema. Con esa indecisión y miedo no podrían ir en misión después.
En el diálogo de Dios con Job se enseña que cuando las personas se ven afectadas por algún problema, entonces se sienten desesperadas y le piden explicaciones a Dios:
- Señor… ¿Por qué me ha ocurrido a mí?
En la lectura se nos contraponen dos fuerzas, la del mar y la de Dios, para dejar claro que Él es el más grande porque domina las fuerzas de la naturaleza, de ahí se desprende su grandeza.
Las personas, cuando todo les marcha bien, no se acuerdan de Dios porque no notan cerca su presencia pero cuando le ven las orejas al lobo ya sí miran a Él y entonces ya son capaces de adjudicarle la autoría de sus desgracias.
Pablo escribió a la comunidad de Corinto porque unos falsos misioneros trataban de confundirlos haciendo afirmaciones erróneas sobre él, ellos no entendían que predicara a Cristo quien abrazó el cristianismo después de perseguirlos pero lo que realmente no entendían era que Pablo manifestara que el cristiano debía comenzar conociendo a Dios para después poder comprender lo que le ocurrió a Cristo resucitado.
Como Pablo comenzó conociendo al resucitado, eso le hizo tener dificultades para comprender a Jesús y también a Dios, el que se nos mostró a través de Jesús.
 

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