Colaboración de Paco Pérez
Un
año más, la Hermandad de “Nuestra Señora Virgen del Carmen” y la
Concejalía de Tradiciones Populares del
Excmo. Ayuntamiento de Nerja (Málaga) han preparado este programa de ACTIVIDADES en su honor.
El
15 de julio, el pueblo de Nerja estaba convocado a las 20:00 horas en el templo
parroquial para los actos religiosos de ese día.
La
misa comenzó con unos minutos de retraso y el Coro Rociero de la “Peña
Nerjeña” realzó más su solemnidad cuando interpretó las canciones adecuadas
en cada una de sus partes. Todas me gustaron mucho pero considero que la que
más me impresionó fue el “Padrenuestro”.
Al
llegar al Ofertorio, antes de entrar
en él, el sacerdote procedió a la bendición de las medallas de los nuevos
cofrades y, a continuación, un cofrade los nombraba y se las imponían.
Seguidamente,
los fieles se fueron acercando hasta el altar con sus flores para ofrecerlas a
la Virgen y unos cofrades, al pie de
la escalinata, fueron recibiendo los ramos y colocándolos en ella.
A
la conclusión de la misa, los devotos de la Virgen desfilaron de nuevo ante la imagen para besar el escapulario.
El
16 de julio, a las 19:00 horas, en la Iglesia El Salvador hubo misa.
Concluida,
el grupo de “Coros y Danzas” de
Nerja interpretó delante de la imagen algunos bailes típicos de la tierra.
Este
año se ha tenido que modificar la tradición por culpa del temporal de Levante que
azota la costa desde hace unos días con olas fuertes. Éstas son las que han
impedido que, una vez concluido el recorrido por las calles, fuera embarcada
para que continuara con el paseo tradicional que le hacía visitar las playas de
Torrecilla, Chucho y Playazo; de regreso pasaba por El Salón, Calahonda y
Burriana; regresaba de nuevo hasta Calahonda, la desembarcaban en ella y
volvían a pie hasta el templo parroquial.
La
procesión comenzó el itinerario después de los bailes, sobre las 20:30 horas,
por el Balcón de Europa.
Los
cofrades, vestidos de marineros, la llevaron por algunas calles no habituales hasta
la playa de Torrecilla.
La
grabación que hice fue a su paso por la calle Pintada:
Regresé
a casa cuando pasó el cortejo y lo hice por la Plaza de España, escuche ambiente musical y, sin esperarlo,
presencié el ensayo que estaba haciendo el “cuadro flamenco”, cante y baile, que tenía previsto actuar a las 23:00
horas con el nombre artístico de “Ballet
Nacional de España”.
Presencié
dos interpretaciones, muy buenas, pero estaban ajustando el montaje de las
luces y eso entorpecía lo que ofrecían los artistas, opté por seguir mi camino
de regreso a casa.
Al
pasar por Plaza Cavana me encontré
con esta visión inesperada:
Pregunté
a una señora que estaba esperando y me dijo que la alfombra azul albergaría a
la Virgen en parada y desde el balcón adornado con faldones del mismo color le “cantarían” algunos artistas locales.
En
casa esperé que llegara la procesión a la playa de Torrecilla, eran las 22:15 cuando escuché la música y desde el
balcón de casa presencié el cortó paseo que le dieron por la arena.
El
día 17 de julio, a las 22:00 horas, en la Plaza
de los Cangrejos los lugareños y los foráneos acudimos en menor cantidad
que otros años a la tradicional despedida de los actos en honor de la Virgen del Carmen. La menor afluencia
hay que achacarla a que era domingo y muchos tuvieron que regresar y descansar
para poder trabajar al día siguiente.
En
la “Moraga”, la actuación coordinada
de los cofrades siempre es digna de elogio pues unos pinchan las sardinas en las cañas, otros cuidan de que el asado de los “espetos”
sea perfecto y otro grupo vende tickets y sirve en la barra las bebidas.
Quienes
desean tomar las sardinas o las bebidas tienen que esperar su turno en
fila india.
Una
minoría sólo estuvimos interesado en las bellas canciones que animaban el
ambiente musical de la “Verbena”, la
que estuvo amenizada por el grupo “Nuevo
Compás”.
Tan
bellas eran sus canciones que animé a Mari a participar, aceptó encantada,
recordamos viejos tiempos y volvimos a mover el esqueleto 8 meses y 21 días
después al ritmo de las notas musicales. Fuimos prudentes, paramos cuando
llegamos a la cuarta canción y optamos por no forzar la marcha.
Regresando
a casa el oído recibió el sonido fuerte de los cohetes, el cielo se iluminó y
así se nos recordó que los actos de este año estaban llegando a su fin.
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