domingo, 14 de octubre de 2012

BUZÓN DEL VISITANTE

Colaboración de PACO PÉREZ




BODA

DE

BLAS y MATY


El pasado mes de septiembre un grupo numeroso de villargordeños, familiares y amigos, fuimos convocados por Blas Castellano y Maty Carretero a participar en el acto cumbre de sus vidas…
¡¡¡Su matrimonio!!!
Lo hicieron por el procedimiento tradicional, remitiendo a nuestros domicilios el típico sobre. Una vez abierto nos encontramos en su interior:

  
Nos encantó mucho que no fuera esa invitación en la que los doños y las doñas nos querían tener a su lado ese día. Cuando Mari fue a reintegrarla al sobre descubrió que había otro comunicado… ¿Qué nos dicen aquí?


Cuando acabamos la lectura comentó:
- La invitación los ha retratado, en ambas caras de ella, con una gran belleza, física y espiritual.
Que Dios los proteja y así podrán disfrutar durante muchos años de esa felicidad que transmiten en estos textos.
Recibirla fue emocionante porque nosotros también empezamos a caminar por el sendero del MATRIMONIO un 6 de octubre de 1973, nos propusimos hacerlo “hasta que la muerte nos separe” y seguimos teniendo la ilusión de poder cumplir esa frase. Vista nuestra experiencia queremos regalaros el deseo de que podáis ejecutar vuestro proyecto de vida en común hasta el final.
El acto comenzó con la lectura de unos textos por parte de la hermana de la novia, una amiga y un primo del novio, todos muy bellos y emotivos. En ellos recordaron lo que han compartido, como familia y amigos, y de las anécdotas que les generaron esas experiencias.

A continuación el Sr. Juez de Paz, D. Fernando Jiménez Ramírez,  tomó las riendas del protocolo y les dirigió unas palabras, impregnadas de un profundo espíritu religioso, muy apropiadas para el momento. A continuación pasó a lo habitual: promesas entre los contrayentes, imposición de los anillos, entrega mutua de las arras, declaración oficial del vínculo matrimonio, firma del acta matrimonial y entrega del “LIBRO DE FAMILIA”.
Fernando, en clave de humor, les recordó al concluir la formalización del matrimonio que ya sí podían besarse en la boca. Así les levantaba el embargo afectivo que les había hecho con anterioridad.
Hasta este  momento todo iba fenomenal pero nos aguardaba una sorpresa muy interesante, las intervenciones de Paqui y de José Carlos, padres de Blas.


Ella escogió como tema la experiencia vivida, como madre. No lo hizo en un plano falso porque tomó como soporte para escribir la plantilla de la VERDAD, la que vivió con él desde que entró en sus vidas, y sobre ella plasmó las escenas que una madre jamás olvida. Ante tanto realismo algunos padres se tuvieron que poner las gafas de sol de inmediato y cuando le preguntaron otros qué les ocurría les argumentaron que el flash de los fotógrafos les molestaba la vista. Con esta estrategia impidieron que su emoción quedara al descubierto.


Él, recordando sus viejos tiempos de buen barman, estuvo como siempre… ¡¡¡Niño, que esté fresquita y buena!!! ¡¡¡Marchando una de poesía familiar!!!
Con su habitual parsimonia sacó el folio del bolsillo y nos leyó su última creación poética. La temática, cosa lógica, estaba dedicada a los nuevos esposos. Si todas sus poesías siempre fueron bien acogidas y muy aplaudidas por su incondicional público, entre los que me cuento, ésta que estaba condimentada con el amor de un padrazo pues no podía ser recibida de otra forma.
Acabado el acto civil salimos del edificio y esperamos la salida de los novios para presenciar la tradicional lluvia de arroz sobre sus físicos.





Los novios nos marcaron el camino del restaurante “TROPEZÓN” y los invitados les seguimos sin rechistar:


Rosa y Manolo les dan la bienvenida, los felicitan, les desean lo mejor y les ofrecen el típico brindis con una copa de espumoso.
En la mesa número 14 fuimos ubicados junto a otras catorce personas. En ella sólo podían sentarse quienes reunían alguna de estas condiciones: ser viejos colegas en travesuras o en la docencia; acreditar reciedumbre gastronómica con la cuchara, el tenedor o en la cata de caldos contrastados; ser rancios amigos o amigos de última generación. Nos escanearon y, según el informe, nadie se escapó de estar encuadrado en más de una condición. Con esos ingredientes las veladas siempre resultan magníficas. Para presentar a sus integrantes usaré procedimientos circenses y tomaré prestada la gran expresión de Adriano Jiménez MendozaEl Gran Chápiro”:
- ¡¡¡Con ustedes, la selección turca!!!



De manera inesperada me encontré, dentro de este grupo, con la agradable presencia de un viejo amigo, Antonio López ChicaBendito Jr.”. Antonio, por razones laborales, fijó su residencia en Jaén y hacía muchos años que no nos habíamos visto. Viajamos en el vehículo del recuerdo hasta los viejos tiempos, recordamos la anciana amistad de nuestros progenitores y, la verdad, lo pasamos fenomenal. Estuvo acompañado de su hija. 


Juan Antonio Martos y Antonio usaron la dialéctica para rivalizar en sagacidad con la vieja técnica local del “bajo”, es decir, lanzar un dardo irónico con la esperanza de que no sea parado por el torpedeado y así provocar la carcajada de los presentes. Doy testimonio de que la sagacidad de ambos para lanzar y parar estuvo intacta, como en el pasado. Esta batalla duró poco, cuando empezaron a hablar de las delicias de un vino tinto llamado “PROTOS” se acabaron los “bajos”.


Paqui es una consumada artista y participa en actividades culturales con diversos grupos locales. En esta escena el grupo “carnavalero” les interpretó los temas creados para el momento.
La familia donde debe de estar siempre, al lado de los seres queridos.


El menú que nos sirvieron fue magnífico por su calidad, preparación  y servicio. Si alguien cree que es mentira que lo copie y lo deguste:

 
Antes de los postres el grupo chirigoteroLos gafillas” nos deleitó con dos célebres canciones del pasado:
1.- “Hay que ver lo que nos hace el vino”, muy popularizada por los “Viejos Nublos” en Villargordo cuando nos moceábamos.
2.- “Un sorbito de champagne”, alcanzó gran renombre con “Los Brincos”.


Cuando degustábamos los postres los nuevos esposos pasaron a saludar a los invitados y acabado el menú nos encaminamos al espacio en el que la barra libre comenzó a funcionar.
Finalmente volvimos al salón y la música comenzó a sonar, cada uno tomó y bailó lo que deseó. En nuestro caso, tomamos una ración de silla y bailamos dos piezas musicales modernas con nuestro ritmo “carca”. Como el “pinchadiscos” no se acordaba de los mayores pues decidimos poner rumbo a nuestro hogar.




Lo hice intentando imitar la célebre escena de Groucho Marx abandonando un lugar, tan mal lo debí de interpretar que nadie se percató de lo que intentaba comunicar, también pudo ocurrir que no la conocieran los espectadores o tal vez la concurrencia ya no tenía a esas horas la cabeza despejada para interpretar mensajes ocultos en esa improvisada actuación cómica.
Regresando le comenté a Mari algunas frases inmortales de aquel genio del celuloide. Las tenía para todas las situaciones: Ejemplos:
1.- Nosotros abandonamos la fiesta, antes de lo habitual, por lo que he relatado antes. Él hubiera usado esta frase ingeniosa: [Debemos confesar que nos tenemos que marchar porque nacimos a una edad muy temprana.]
2.- Cuando vayamos de boda o a cualquier otra fiesta hay que seguir este consejo suyo: [En las fiestas no te sientes jamás el primero; puede sentarse a tu lado alguien que no te guste.]
Hoy podemos afirmar que esta frase no hubiera encajado en vuestra boda, nos sentamos los catorce primeros como fuimos llegando y quedaron dos plazas libres… Antonio López y su hija las ocuparon, fueron una bendición y no un problema.
Lo vivimos así y lo contamos tal cual para que quede constancia de esta gran fiesta en la que dos familias han quedado fusionadas por la fuerza del AMOR de dos jóvenes, Maty y Blas,  el día 6 de octubre de 2012.
Con cariño

PACO y MARi

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