miércoles, 15 de julio de 2020

RECORDANDO A LUÍS EDUARDO AUTE


Colaboración de José Martínez Ramírez
Andaluz es por las venas
lo quiera o no decir,
cantó bien por vez primera
en un hotel de su Madrid.

Niágara era una selva,
bendito Brel y Marilyn,
rosas en un mar de fresas
de cine va Buñuel con Luís.

Pintor y músico de ideas
no tiene nada de faquir,
mas bien una dócil fiera
que solo pasaba por aquí.

Mucha gente quisiera
ser tan fino y tan así
en gambas de Dénia
a la plancha, o al pil-pil.

Fue en los años ochenta
el cuerpo a cuerpo para mí,
un hombro amigo, mi quimera,
lluvia de mayo el mes de abril.

Miraba del mar su belleza
un niño que no sabía reír,
la semilla de una tormenta,
pardo el ruiseñor sin fusil.

Fue en la calle aquella
San Bernardo de mi Madrid,
llovía de aquella manera
y bajo un balcón lo vi.
Os digo, ojala volvieran
dos o tres segundos con Luís.

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