sábado, 6 de febrero de 2021

LA ENFERMEDAD

 

Colaboración de Paco Pérez

LAS CURACIONES QUE HACÍA JESÚS

La enfermedad no era dominada ni comprendida en el pasado, ni ahora, y por esa razón las personas no la recibían cuando los visitaba con buen talante. Hoy se nos propone el ejemplo de Job, un hombre paciente y justo, que es puesto a prueba por el Señor con ella. Cuando lo visitó cayó en la desgracia pues, además, también perdió las propiedades y la familia.
Encontrándose postrado en esa terrible situación sus amigos acudieron a visitarle. Uno de ellos, Elifaz, trató de darle ánimos pero, cuando acabó, Job se mostró muy ofendido contra ellos porque no le solucionaron sus problemas pero sí le dieron consejos inoportunos, y, contra Dios, porque creía que lo había castigado con la pérdida de todo y, además, dejándolo abandonado, enfermo y dolorido.
Al despedirse, les pidió que no le dieran más sermones de moralidad pues lo que él deseaba era morir para que así se acabara su sufrimiento.
Aquí vemos cómo las personas no adoptamos una posición acertada ante la enfermedad pues hasta tenemos el atrevimiento de pedirle explicaciones a Dios por padecerla y le reprochamos que nos haya abandonado.
Pasaron los años y las enfermedades continuaron siendo un problema para las personas pues estuvieron presentes en todas las épocas, hoy también lo están pero COVID 19 destaca entre todas. Por esa realidad, en el evangelio se nos habla de las escenas protagonizadas por Jesús para SANAR a los enfermos y si estos prodigios los conocemos es por los relatos de la Iglesia y por la tradición popular pero nadie dudó de que Jesús los curaba.
Cuando la enfermedad aparecía las primeras ayudas siempre venían de la familia y si éstas no causaban un efecto sanador entonces se recurría a los médicos. Las curaciones que realizaba Jesús eran algo totalmente diferente pues Él sólo actuaba como intermediario de la acción sanadora de Dios.
Sus enemigos y quienes presenciaban lo que hacía no negaban esa realidad pero sí le reprochaban que las hiciera en SABADO pues, según ellos, en ese día no se podían hacer porque se lo prohibía la Ley de Moisés.
Otro aspecto que también ayudaba entonces a distorsionar el tema de sus curaciones estaba en el equivocado análisis que hacían del origen de la enfermedad y de las causas que la originaban. Entonces se pensaba que el pecado o los espíritus malignos eran los causantes de ella, no la veían como un problema físico y por esa razón el comportamiento que tenía la sociedad con quienes las sufrían era ilógico, la lepra es un buen ejemplo… ¡Los enfermos eran marginados y tenían que vivir fuera de los núcleos urbanos!
Jesús hacía todo lo contrario: No los aislaba, los acogía y les ayudaba sanándolos. Con su ejemplo de vida nos mostró el camino a seguir pero los hombres le respondemos con cumplimientos que son diseñados por otros hombres, ocurrió antes y ahora también.
Después de leer y comentar los textos sagrados en la sinagoga se marchó acompañado de Santiago y Juan a la casa de Simón y Andrés, al entrar encontró a la suegra de Simón enferma, estaba en la cama con fiebre, se acercó a ella, la cogió de la mano, la levantó, la fiebre desapareció y ella, con total naturalidad, los atendió.
El hecho se difundió por la ciudad, vinieron a Él enfermos de todas clases, los sanó y después, muy temprano, se marchó solo a orar. Los discípulos fueron a buscarlo para comunicarle que estaba la multitud allí, querían verlo, pero Él les propuso irse a otras poblaciones para seguir evangelizando.
Pablo, unos años después, quiso aclarar a la comunidad de Corinto el sentido que tenía predicar el Evangelio y lo hizo equiparando su importancia a la del esfuerzo que se realiza en el ejercicio de cualquier profesión. No obstante sí estableció una diferencia: Mostrar el mensaje de Jesús a los hombres se hace en un acto voluntario, con libertad y sin sueldo porque la paga está en la satisfacción de ayudar a los débiles. Jesús vivió esta experiencia cuando se acercó a la suegra enferma, la cogió de la mano y le ayudó curándola… ¿Hemos tenido esta vivencia alguna vez?
Otra enseñanza que nos da Jesús en este texto es el de la ORACIÓN, se levantaba muy temprano y se retiraba a un lugar solitario para hablar con el Padre… ¿Cuándo y cómo lo hacemos nosotros?
 

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