sábado, 20 de febrero de 2021

LAS TENTACIONES

                                             Colaboración de Paco Pérez

PRUEBAS QUE DEBEMOS VENCER

El Papa Francisco dice que la Cuaresma es: [Un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad.]. Nos anima a CAMBIAR y a CONVERTIRNOS practicando el ayuno, la oración y la limosna.
Durante este tiempo, en la primera lectura, recordaremos  las etapas de la “historia de la salvación” y por ellas comprobaremos que el tema central será la “alianza” que Dios estableció con su pueblo.
Hoy se recuerda el pacto que Dios hizo con Noé después del diluvio, en él le prometió que nunca más sería destruida la vida de quienes habitaran la tierra con otro diluvio y para ello le dio una señal, cada vez que las nubes o las borrascas descargaran el agua, después saldría el sol y aparecería el “arco iris”, esa sería la confirmación de su promesa.
Jesús, después de recibir el Bautismo, se marchó al desierto empujado por el Espíritu Santo para vivir en soledad y prepararse para comenzar su vida pública.
Durante cuarenta días ayunó y, en ese momento de debilidad física, recibió la visita de Satanás para ser tentado. A pesar del problema mencionado Él, ayudado por los ángeles, resistió y venció al maligno.
Con los acontecimientos que vivió Jesús se nos enseñó que la muerte de Juan dejó un hueco en la predicación del Reino pero eso no significó que Jesús fuera su continuador. Al retirarse al desierto nos enseñó que en cada momento de nuestras vidas debemos saber que antes de iniciar un camino nuevo pasaremos por un periodo de preparación, las tentaciones lo fueron para Él antes de comenzar su labor evangelizadora, y, aunque éstas intenten apartarnos del nuevo camino, si luchamos para vencerlas saldremos fortalecidos y vencedores .
Jesús, después de AYUNAR cuarenta días y superar las TENTACIONES, regresó a Galilea y comenzó a evangelizar para hacer visible la llegada del Reino, es decir, estar cada día al lado de quienes tenían necesidades y sufrían. Lo que hizo sirvió para que nosotros pudiéramos, con su ejemplo y alguna dosis de fe, cambiar y dar un nuevo giro a nuestro comportamiento.
Las “tentaciones” de nuestros días están encuadradas en la problemática de este momento histórico. No obstante, deberemos abrir bien los ojos para saber identificar qué peligros están presentes en ellas porque:
1.- Vivimos rodeados de personas que han perdido el verdadero sentido del servicio al PRÓJIMO indefenso y necesitado. Lo hacen así porque están preocupados sólo de medrar para subir peldaños, de trepar en la escala social… Estas tentaciones las abrazan quienes desean avanzar por ese camino y no por el de Jesús. Los que eligen vivir así aún siguen persiguiéndolo porque les estorba para alcanzar su objetivo.
2.- Él murió por lo contrario de lo que hacen ellos, diciendo siempre la VERDAD y denunciando lo incorrecto. Ellos suben peldaños haciendo lo contrario y, con su ejemplo, despiertan en los demás el deseo de vivir a costa de lo ajeno aunque para ello tengan que repetir las MENTIRAS miles de veces hasta convertirlas en falsas VERDADES.
3.- El RELATIVISMO nos está llevando a vivir bailando de manera permanente con la TENTACIÓN. Nos ocurre cuando estamos encantados presenciando los “programas basura”, no los rechazamos y así han conseguido que la sociedad considere que no es mala la crítica, la infidelidad, la divulgación de noticias relacionadas con la intimidad de otras personas...
Hemos convertido el “primero yo, después yo y siempre yo” en nuestro faro y por eso tratamos al prójimo tan incorrectamente que lo consideramos un objeto que se puede comprar y después tirar a la basura.
Por esta realidad que tenemos me pregunto… ¿En qué estado de degradación estaba la sociedad para que Dios decidiera mandarles el DILUVIO y empezar con Noé y su familia otra vez desde cero? ¿En qué nivel de degradación estamos ahora? ¿Estamos dispuestos a CONVERTIRNOS y a CAMBIAR el comportamiento o preferimos seguir engañándonos?
Pedro afirmó que Cristo murió sólo una vez, siendo inocente, para salvar a las personas de la muerte que nos ocasiona el pecado, siendo culpables.
La acción que nos regaló no hubo que repetirla más veces porque el Espíritu Santo, como estaba con Él, lo rescató de la muerte y lo retornó a la vida.
Ese acto generoso de Jesús sirvió para los hombres de todos los tiempos, incluso para aquellos que no aceptaron las palabras de Noé anunciándoles el diluvio, él y su familia creyeron y se salvaron.
Cuando tengamos que presentarnos al Padre… ¿Todos los modelos de comportamiento serán tratados igual?
 

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