jueves, 23 de febrero de 2023

1º DE CUARESMA

 Colaboración de Paco Pérez

LEY Y TENTACIONES

El bien, el mal, la tentación, la desobediencia y sus consecuencias nos afectan cuando incumplimos la Ley al no rechazar los susurros del diablo. Interpretarla bien y cumplirla es nuestro deber.

Adán y Eva, actuando con libertad, no la respetaron y sufrieron la esclavitud de la muerte, la enfermedad, el trabajo, la avaricia... Nosotros también, cuando recibimos las “tentaciones” y no las rechazamos.

Jesús también fue tentado pero las rechazó. Si el diablo se atrevió con Él… ¡Cómo no va a intentarlo con nosotros!

Sabemos que Jesús estuvo ayunando en el desierto, se encontraba débil y el maligno aprovechó esa situación para probarlo, Él venció pero nosotros caemos.

El pueblo de Dios, guiado por Moisés, caminó por el desierto y sufrieron los rigores del frío, el calor, el hambre, las enfermedades, las dudas espirituales, el retorno a la idolatría… A pesar de ello, el Señor les ayudó pero las pruebas que recibieron no fueron rechazadas por todos y los castigó.

Somos probados cuando se nos impone un modelo de convivencia social por la fuerza de unas leyes que degradan la moral cristiana en beneficio de unos principios equivocados que chocan con la propuesta que Dios regaló a todos en el Sinaí. Estas acciones son, para mí, “tentaciones” que hacen caer a muchos en los nuevos modelos de idolatría al garantizarles la impunidad humana mediante el empleo de la injusticia y la mentira pues les blanquean el delito con la despenalización “a medida”. Así están logrando que la “familia tradicional”, la que enseñaba los buenos valores, haya dejado de ejercer su cometido, el gran objetivo de sus promotores.

Las consecuencias ya las estamos sufriendo, se penaliza el maltrato a la flora y la fauna, algo digno de elogio pues forma parte de la obra creadora de Dios pero… ¿Por qué se despenaliza el acto del aborto que mata a personas inocentes que también pertenecen a la Creación?

Sus autores han sucumbido a la prueba de alcanzar el poder terrenal, se han creído dioses y no han tenido escrúpulos de ofrecerle al diablo lo que les ha pedido… ¡Decidir sobre la VIDA y la MUERTE, acción que sólo corresponde a Dios!

Pablo enseñó que por el pecado de una persona fuimos pecadores, desde Eva hasta Moisés, pero, como la Ley aún no había sido entregada, sus errores no los tuvo en cuenta Dios. Lo que sí continuó vigente fue la MUERTE que habíamos heredado de ellos. Una vez que Moisés recibió la Ley ya sí respondían de sus errores.

Con la “Muerte y Resurrección” de Jesús cambió la relación hombre-Dios… ¿En qué consistió ese cambio?

Favoreciendo a las personas con un efecto contrario: La desobediencia de uno fue condenatoria pero la obediencia de Jesús fue salvadora.

Debemos iniciar la Cuaresma reflexionando y aceptando que cedemos ante la “prueba” al comprar cosas innecesarias, buscando el poder para servirnos de él y no para ayudar a los desfavorecidos, difundiendo la intimidad de las personas porque tenemos libertad de expresión… Jesús también vivió la suya y nos enseña que ayunó, oró, tuvo tentaciones, rechazo las cosas materiales, luchó por la justicia… Los cristianos debemos elegir entre esos valores y los que oferta la sociedad que no cree. Si hemos cometido errores deberemos considerar que la Cuaresma es el tiempo idóneo para cambiar y después no olvidarnos el resto del año de Dios y el prójimo pues la praxis cristiana no debe interrumpirse cuando acaba.

 

 

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