martes, 10 de septiembre de 2013

TENEMOS NUEVO PÁRROCO


Colaboración de Paco Pérez

El domingo, día 8 de septiembre, tomó posesión nuestro nuevo párroco, D. José Mª Romero García.

Antes de la hora D. José Mª estaba delante del altar y saludaba a quienes vinieron de otros lugares, después se retiró a la “sacristía”.
 
El acto contó con la presencia de D. Ramón del Hoyo López, obispo de nuestra diócesis, de un elevado número de sacerdotes, conté hasta catorce y tal vez fueran más, y de tres jóvenes seminaristas. El templo parroquial estaba abarrotado de fieles, en un número bastante elevado vinieron de las distintas parroquias en las que había desarrollado su labor pastoral.
D. Ramón entró en el templo parroquial unos minutos antes de la hora oficial, se arrodilló ante el sagrario en oración y después se encaminó hacia la sacristía.
 
Las campanas doblaron de manera puntual, a las 20:30 horas, su bello sonido dio realce al momento y comenzó el solemne acto en el que D. José Mª tomó posesión como párroco de la Asunción, de Villargordo, y administrador parroquial de San Francisco de Paula, en Torrequebradilla, y de la Santísima Trinidad, en Vados de Torralba.
D. Antonio Garrido Colomina, como párroco cesante, también le acompañó y estuvo concelebrando la misa.
 
 
El protocolo del acto fue desarrollado de manera escalonada y un joven seminarista nos fue anunciando, previamente, el paso que venía a continuación:
PRIMERO: TOMA DE POSESIÓN
Un sacerdote leyó el texto del Decreto en el que el Obispo de Jaén nombraba a D. José Mª y en el que se especificaban todos los detalles propios de lo que sería el desempeño de su labor. A continuación el nuevo párroco hizo el juramento de fidelidad, proclamación de su fe, renovación de sus promesas sacerdotales y toma de posesión. También manifestó su total disposición para trabajar fuerte y prometió no escatimar esfuerzos.
 
 
La misa continuó su desarrollo con la lectura de los textos de ese día. Unos miembros del equipo de lectores participaron en la primera y segunda “Lecturas”, el “Salmo Responsorial” y las “Preces”. Antes de leer el texto del “Evangelio de San Lucas 14, 25-33” se anunció el siguiente acto.
SEGUNDO: ENTREGA DEL LIBRO DE “LA PALABRA DE DIOS”

El seminarista presentó al Sr. Obispo el texto en el que se desarrollaba el fundamento de ese paso.
A la conclusión hace entrega del libro a D. José Mª éste, lo muestra a los fieles y lo deposita en el “Ambón”.
 
Seguidamente se procede a leer el texto y, a la conclusión, D. Ramón tomó la palabra. Comenzó resaltando la importancia que tiene la Eucaristía del domingo, día del Señor, para el cristiano y para reforzar sus argumentos hizo un viaje al pasado. En él relató unos hechos históricos que ocurrieron, en el S. IV, en un país del norte de África y éstos supusieron el martirio de quienes prefirieron morir antes que dejar de ir a misa por decreto de quien ostentaba el poder. Para abundar más sobre el tema también recordó las palabras que siempre pronunciaba un señor conocido suyo cuando le explicaba lo que sentía en su interior una vez que acababa la misa dominical. Finalmente hizo unos breves comentarios sobre los textos de la semana.
A continuación la misa concelebrada continuó y cada uno de los sacerdotes que acompañaron a D. Ramón oficiaron, de manera alternativa, con él.
 


Cuando llegó el momento de la Comunión algunos sacerdotes participaron en la administración de las sagradas formas a los fieles y los otros fueron pasando por el “Altar Mayor” para comulgar.
 
Seguidamente se procedió al siguiente paso protocolario:

TERCERO: ENTREGA DE LAS LLAVES DEL SAGRARIO

De nuevo, un seminarista presenta al señor Obispo el texto explicativo del acto simbólico y éste, a continuación, hace la entrega oficial de ellas a D. José Mª.
A continuación D. Ramón anunció que el nuevo párroco se dirigiría como tal a sus nuevos feligreses.
Éste comenzó dando las gracias al señor Obispo por la confianza que había depositado en él para estar al frente del Seminario Menor de Jaén durante los cuatro últimos años porque en ellos había aprendido mucho, aunque le hubieran supuesto esfuerzo. También tuvo palabras de agradecimiento para las personas que habían colaborado en esa labor y, como no, para quienes habían sido la razón de él, los seminaristas.
No se olvidó de sus padres, hermanos, cuñados y sobrinos pues también estuvieron presentes en el acto. Les agradeció el gesto y, de manera especial, valoró el sacrificio que hacen sus mayores acompañándolo en sus diferentes destinos, a pesar de sus avanzadas edades. También tuvo palabras de recuerdo para los feligreses de los diferentes pueblos en los que había estado desarrollando su labor pastoral. Por último, agradeció a los sacerdotes presentes que hubieran acudido para acompañarle hoy y no se olvidó de los quienes no habían podido hacerlo.
En las primeras palabras que dirigió a sus nuevos feligreses recordó la labor que habían desarrollado sus antecesores y nos mostró su buena disposición para seguir el ejemplo de ellos. Hizo un planteamiento de lo que debe ser una comunidad cristiana comprometida y cómo debemos de hacerlo, todos juntos. A la conclusión los reunidos le dedicaron un caluroso aplauso.
A continuación ocupó el “AmbónFernando Jiménez Ramírez y lo hizo en representación de los “grupos de trabajo” que integran el “Consejo Parroquial”. Le dio la bienvenida a nuestro pueblo, le mostró una radiografía de sus gentes, le expuso que somos conscientes de que la labor parroquial nunca está acabada, le agradeció las buenas intenciones que traía y le ofreció el apoyo incondicional de todos para seguir caminando.
El acto acabó recibiendo los asistentes, de D. Ramón, la bendición y el anuncio de que el nuevo párroco iba a atender a quienes desearan saludarlo.
Se comunicó que en el Salón Parroquial habría una convivencia y que podían asistir quienes lo desearan.
Hubo quienes se quedaron, también quienes prefirieron marcharse a casa a esperar ilusionados las propuestas del nuevo cura y, mientras lo hacían, comentaban la solemnidad y brillantez del acto.

 

 
 
 
 

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