jueves, 9 de enero de 2014

LEYENDA HISTÓRICA SOBRE LA CETRERÍA

Colaboración de Ramiro Aguilera Tejero

Fue allá por el lejano siglo X cuando casi toda la Península Ibérica estaba ocupada por la morisma.  Por aquel entonces Castilla era un condado gobernado por Fernán González  y  dependía del reino de León.

Los cristianos luchaban por arrebatarle terreno a los sarracenos, pero también peleaban entre ellos rapiñando lo que podían. Eran, por decirlo rápido, vecinos muy mal avenidos.
Sancho, rey de León, convocó a cortes a todos sus súbditos, incluyendo a Fernán González,  que acudió de mala gana, montando un poderoso caballo ganado al rey moro Almanzor  y portando en su puño izquierdo un precioso azor
Sancho se quedó prendado tanto del caballo como del azor y quiso comprárselos a su vasallo, respondiendo este:
- No ha de pagar un rey lo que de un vasallo es. Vuestros son.
No conforme el rey con quedárselos  sin pagar acordó un precio simbólico pero que se doblaría por cada día que pasara sin pagarlo. Muy contento quedó el rey Sancho.
Pasaron siete años y el rey mandó llamar a su vasallo sumamente enojado porque no pagaba tributos y lo acusó de traidor, respondió Fernán González:
- Señor, hace siete años vine a este mismo lugar y no cobré honra sino deshonra. Si me he alzado en rebeldía, junto a mi condado, es porque aún no he cobrado aquella venta que le hice. Echad cuentas de lo que me debéis y yo os pagaré la diferencia. Respondió el rey:
- Lenguaraz eres conde, mas has de callar tu insolencia.
Y, con dos co…, lo encerró en el calabozo.
La mujer del conde, al enterarse de lo sucedido, se presentó al rey solicitando ver a su marido. Fernán González cambió su ropa por la de su mujer y escapó a su condado. Al verse burlado el rey optó por soltar a la condesa.
El conde se levantó en armas contra el rey exigiendo el pago pactado y éste, al echar cuentas, comprendió que no tenía dinero para pagarlo:
- ¿Qué puedo ofrecerte a cambio? -preguntó al rey.
- La independencia de Castilla -contestó con firmeza Fernán González.
Y así fue como el condado de Castilla se independizó del reino de León y por eso los cetreros decimos:
- ¡El precio de Castilla fue un azor!




No hay comentarios:

Publicar un comentario