jueves, 16 de julio de 2015

EL PEGOTE DE BARRO; LA AMISTAD Y LAS QUERENCIAS

Colaboración de José Carlos Castellano
En la calzada de Torrequebradilla,
por la cual transito
un día sí y otro también.
Del “Cerro Pino” caminito,
iba un día de lluvia finilla
y un pegote de barrito,
a la carretera pegado bien,
una tarde vi.

Tras días, meses y años
el pegote sigue allí.
Ni de limpieza o apaños,
ni lluvia, ni vientos,
ni máquina de limpieza,
ni vehículos con su paseo
y su continuo "ruedeo"
pueden despegar la pieza.

Allí sigue y cada día la veo.
Yo me pregunto:
¿Cómo tanto dura,
pegado el pegote?
¿Acaso es la tierra tan pura?
Pensé un momento:
¿Quizá sea cemento?

Aquel que sea curioso,
que lo examine un momento.
Y con análisis juicioso,
averigüe si es barro o cemento.
Sea lo que fuere,
fuere lo que sea.
Lo que fuerte se adhiere,
se quiere y se desea.

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