lunes, 22 de julio de 2019

LA LOCURA DE LAS TENDENCIAS


Colaboración de Paco Pérez
LOS TATUAJES
La “tendencia” de los “tatuajes” se ha popularizado tanto en nuestros días que ahora lo normal es ir tatuado y lo noticiable es encontrar a uno como yo. No obstante, reconociendo que algunos de ellos son verdaderas obras de arte, considero que no hay necesidad de tatuarse para dar un mensaje y por eso, dicho esto, manifiesto que respeto a quienes se tatúan pero también es verdad que no apruebo la popularidad que han adquirido… ¿Por qué?
Porque vestirnos, por ir a la moda, con un “pantalón roto” no es un camino sin retorno sino una situación transitoria que nos puede permitir al día siguiente, si no nos gustó la prenda de la modernidad, buscarle solución inmediata mediante la compra de otro o abriendo el armario para sacar uno de los que allí tenemos guardados y cambiarnos. Las mascotas también pueden ser sustituidas porque los animales tienen fecha de caducidad pero… ¿Podemos cambiar un “tatuaje” con la misma rapidez que un “pantalón roto” o una “mascota”?

Considero que no porque éstos no se ponen y quitan como un jersey. Antes, quienes se los hacían, tenían que convivir con ellos hasta el final de sus días pero ahora, con los avances de la ciencia, ya pueden anularse mediante una técnica de borrado que usa la luz del láser, es conocida como “Q-swtched”. Para conseguirlo, ésta se aplica sobre la tinta durante un nanosegundo, la piel queda limpia y no se quema. El proceso de eliminación puede durar en unos casos más y en otros menos, la diferencia está en el tamaño de lo tatuado y en el color de la tinta que se usó. Entre sesión y sesión hay que dejar unas seis semanas de descanso y guardar unas medidas higiénicas concretas que eviten la aparición de problemas.
Cuando una persona se graba un “tatuaje” es porque quiere dar un mensaje a alguien concreto o a la sociedad sobre temas de la vida o otros muy particulares como sentimientos hacia otras personas, logros alcanzados… Los de esta condición son aquellos con quienes nos topamos a diario en nuestras calles o los personajes que admiramos en las distintas clases de deportes. En cambio, los que viven en las cárceles, se graban temáticas más peliagudas y lo hacen para comunicar a los demás qué cosas han hecho, dentro o afuera.
En los recintos penitenciarios no se permite la realización de tatuajes porque las condiciones higiénicas no son las deseadas y pueden adquirir al hacérselos algunas enfermedades como “sida”, “gangrena”, “sífilis”, “tétanos” o “linfadenitis” -la más frecuente-, pues a pesar de ello se siguen grabando clandestinamente.
¿Cómo los realizaban, hace varias décadas?
La “tinta” la conseguían derritiendo la suela de un zapato en un cazo y mezclándole orina de la persona que iba a ser tatuada u otras sustancias líquidas, también era muy usado el “champú”.
Una máquina de afeitar eléctrica era modificada para realizarle el acoplamiento de una aguja.
En las cárceles el mensaje de los tatuajes es muy respetado por la comunidad reclusa y sólo se hacen aquellos que representan lo que han hecho ya o están dispuestos a hacer… ¿Por qué?
Cuando un nuevo recluso tatuado entra en un centro penitenciario puede ser preguntado así:
- ¿Asumes tus tatuajes?
Si no les da una respuesta concisa se enterarán en la comunidad penitenciaria de que se ha tatuado en falso, entonces le darán un trozo de cristal o de ladrillo para que se los quite de manera voluntaria o, si no lo hace, tendrá que recibir las consecuencias: paliza, violación o muerte.
¿Han pensado quienes se los hacen por “tendencia” que una incrustación que se hicieron de manera inocente, por ir a la última moda, se les puede convertir en un drama si por cualquier circunstancia rara van a la cárcel?
Para ayudar a quienes tiene grabadas en su cuerpo algunas de estas obras de arte les relacionaré unas pocas para orientar lo dicho, por si las tienen.
Significados de los tatuajes carceleros más frecuentes:
ROSA: Juventud arruinada. Suele ser el primer tatuaje.   
CRUCIFIJO, sólo: Es una autoridad criminal dentro de la cárcel.
CRUZ, con Cristo: Jefe de un clan criminal.
ESTRELLAS en las rodillas, hombros o codos: No se arrodilla ante la autoridad. Cada estrella da un mensaje diferente: Su lugar jerárquico, número de personas asesinadas, años que lleva en prisión...
VIRGEN CON UN NIÑO: Es un delincuente desde que tenía muy pocos años.
CATEDRALES o IGLESIAS: El número de cúpulas indica las  condenas.
TELA DE ARAÑA: Es adicto a las drogas. Si la araña está trepando hacia arriba indica que aún está enganchado y si está descendiendo es para indicar que tiene la intención de dejarlas.
MARIPOSA: En las mujeres, significa lo mismo que la “Tela de araña” y también informa de que es una ladrona.
CARA TATUADA: Persona humillada, esclavo sexual en la cárcel. Este mismo mensaje se da con una CARTA de corazones.
OJOS EN EL PECHO: Es un traidor.
CALAVERAS: Tantas como personas haya asesinado.
GATO: Simboliza que es una persona con suerte, un ex-presidiario o un carterista.
Si el animal tiene unas llaves indica que es muy hábil para escaparse y, si son varios los animales, indica que trabaja en grupo.
TIGRE: Odia y agrede a los policías.
TORO: Es una persona cruel y con mucha furia. Siempre está dispuesto a ejecutar la orden de su jefe.
PUÑAL: Si atraviesa el cuello indica que esa persona asesinó a otra y que puede matar a otros presos por encargo.
Si un recluso ve a otro con este tatuaje y descubre que se encamina hacia su celda… ¿Qué debe hacer?
Salir corriendo en busca de los guardias.

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