jueves, 4 de julio de 2019

TRISTE ALMENDRO

Colaboración de Manuel Sánchez García

Pobre almendro,
que sólo entre luceros,
pasas las noches,
recubierto de hielo negro.

Qué difícil es para ti,
almendro mío,
pasar el invierno,
sin flor y escalofrío.

No llores entre tus ramas,
pues corren por tu piel,
entristecidas escarchas,
empalagosas como la miel.
 
Ya se van los luceros,
ya se van las escarchas.
Ya vienen los jilgueros,
ya llegan las calandrias.

Y aquel pobre hortelano,
entre siembra y regadío,
entona a Manuel Machado,
mientras el almendro bebe del río.

¡Cómo no te voy a querer almendro mío,
si eres alegría de querer entre tus ramas,
caballero a las orillas del río Miño,
y cantaor de este campo de flores blancas!

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