sábado, 26 de diciembre de 2020

LA SAGRADA FAMILIA

                        Colaboración de Paco Pérez

En el pueblo de Israel había una cultura muy particular y en ella la FAMILIA tenía una importancia única. En este modelo al padre le correspondía el lugar más elevado, la madre estaba en un punto más inferior pero era muy respetada también, luego estaban los hijos y, por último, las hijas.
Construían las viviendas unas junto a las otras, lo hacían creando un amplio patio central común en el que ponían el molino, el horno, los aperos de labranza, donde se reunían después de la jornada laboral… Esta proximidad y el uso de los elementos comunes les ayudaba a consolidar los lazos familiares compartiendo los útiles, ayudándose en las necesidades y defendiéndose de las agresiones externas, por estas ventajas que les ofrecía la vida comunitaria se pensaban mucho el abandonar el colectivo porque al independizarse ya no estaban bajo el amparo del grupo y se hacían vulnerables. Jesús, cuando le llegó el momento, abandonó esa vida y no se preocupó de las consecuencias que le pudieran sobrevenir después.
Otro aspecto que no abandonaban era el cumplimiento de los principios y las creencias religiosas del judaísmo. Siguiendo esos caminos, María y José nos dejaron un ejemplo claro de cómo debemos comportarnos los padres con nuestros hijos para que aprendan el verdadero camino de la vida a través de sus distintas facetas: Familia, religión, trabajo, relaciones con su entorno social… Ellos cumplían de manera escrupulosa con el judaísmo y también con las leyes de los hombres que gobernaban en Israel. Al ser tan creyentes tuvieron que pasar por la prueba del embarazo de María y para ambos no fue una tarea fácil, sobre todo para José. La primera enseñanza que nos dejaron fue la de saber aceptar los hechos que Dios les propuso, lo lograron gracias a la fe que ambos tenían en Él.
Cuando el embarazo estaba muy avanzado tuvieron que desplazarse a Belén a empadronarse para poder cumplir con la ley de los hombres y estando allí nació Jesús.
Unos días después tuvieron que ir al Templo para presentar a Jesús ante el Señor, ofrecérselo, y rescatarlo mediante una ofrenda. En este acto fue cuando Simeón y Ana se presentaron a ellos y proclamaron ante los demás cuál era la misión que Jesús debería realizar entre las personas, lo reconocieron como el Mesías esperado y les anunciaron el dolor que sufriría y el que causaría a los demás… ¡Estos dos ancianos son un ejemplo de cómo hay que confiar y esperar siempre en el Señor!
José y María formaron a Jesús en sus principios morales; a convivir en familia; a compartir espacios comunes, útiles del hogar y del trabajo, a relacionarse con los demás y a conocer los secretos de su entorno rural. Todo este aprendizaje lo puso en práctica cuando comenzó su vida pública, de esas enseñanzas surgieron sus parábolas y con ellas las gentes entendían lo que decía con más facilidad.
Con el paso de los años la comunidad cristiana ha retrocedido porque la familia ha dejado de desempeñar el papel que le corresponde y la fe no se ha cultivado porque hemos hecho como los judíos, convertir las rutinas en preceptos religiosos.
Hubo un tiempo en el que las personas, cuando optaban por el matrimonio para formar una familia, lo primero que hacían era establecer un periodo de tiempo en el que pudieran conocerse bien, el noviazgo, y una vez alcanzado el objetivo buscado ya formalizaban su relación ante Dios, el matrimonio.
Partiendo de esa realidad, cuando decidiéramos ser cristianos, lo primero que deberíamos hacer es leer la Biblia, es la única manera que tenemos de conocer a Dios a través del tiempo y a su Hijo. Si al leerla quedamos convencidos de su mensaje entonces desearemos insertarnos en la comunidad, conoceremos su funcionamiento y si después de un tiempo prudencial consideramos que deseamos ser cristianos pues entonces será momento de pedir el Bautismo… ¿Es adecuado el formato actual para entrar en la comunidad cristiana?
Considero que se deben modificar muchas cosas que se han deteriorado con el paso de los años, el Bautismo es una de ellas.
En el pasado, también hubo en la sociedad desviaciones en la práctica religiosa siendo impulsadas por la aparición de una tendencia natural a modernizar la cultura de los pueblos. Lo reseñable es que se sustentaban en tendencias surgidas en otras culturas. En el pueblo judío también sucedió unos dos siglos a.C. y Ben Sirá, el autor del texto del Eclesiástico, defendió la tradición y cultura de su pueblo preocupándose por la educación de los jóvenes partiendo del pilar de la sociedad, la FAMILIA. Él entendía que para Dios era una institución de gran valor y establecía en ella un rango de autoridad que debía ser respetado por sus miembros, donde el padre y la madre ocupaban el escalón superior, que ellos debían ser respetados por los hijos hasta el final de sus días y prometía para aquellos que los respetaran siempre el premio de tener una larga vida, unos hijos que los respetarían a ellos y la dicha de ser escuchados por el Padre en sus oraciones.  
Después de Jesús, Pablo también se preocupó de la FAMILIA y propuso a sus miembros una serie de recomendaciones para que supieran corregir los errores de los mayores con delicadeza, que practicaran el perdón y que respetaran la jerarquía familiar ayudados por la práctica de la oración. 
 
¡FELIZ salida de AÑO y que en el 2021 encontremos el camino que nos permita conocer con claridad el “Hecho religioso” y cambiar!
 

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