sábado, 13 de marzo de 2021

NACER DE NUEVO

 Colaboración de Paco Pérez

EL CAMINO DE LA SALVACIÓN

Los fariseos eran una secta político-religiosa que estaba integrada por seglares que estudiaban en profundidad el A.T. y que cumplían los preceptos de su creencia: [Pagar el DIEZMO, es decir, el 10 % de lo que rendían anualmente sus propiedades y mantenerse “puros”, para ello evitaban tener contacto con todo lo que estuviera relacionado con la muerte y la enfermedad y también no relacionarse con las personas que tenían mala conducta.].
Tenían autoridad sobre el pueblo y para mantenerla se preocupaban mucho de cuidar las formas externas de comportamiento y para ello hacían gestos muy estudiados y ocupaban posiciones de estrategia en los actos religiosos o públicos. 
Con su comportamiento hipócrita lo que buscaban era engañar al pueblo sencillo creándoles un sentimiento de inferioridad al hacerles creer que para estar bien con Dios tenían que hacer como ellos pues Él anotaba lo que hacíamos bien o mal, a quienes fallaban les aconsejaban hacer sacrificios u obras buenas. En su práctica la realidad era otra pues todo lo que hacían era para mantener su posición social pero después se evidenciaba que tenían un apego elevado al “dinero” y que explotaban a los pobres, con estas realidades se ganaban el desprecio del pueblo porque decían una cosa y después hacían otra.
Entre los “Fariseos” había una categoría superior, la de los “Letrados” o “maestros”, éstos tenían estudios y a los cuarenta años eran ordenados, llevaban unas vestimentas diferentes, tenían discípulos, comenzaban a ocupar puestos de relevancia en las celebraciones y las personas los saludaban con gran respeto al pasar junto a ellos.
El pueblo judío se regía por el Sanedrín, un órgano compuesto por setenta y un miembros y para pertenecer a él la condición indispensable era ser doctos en el conocimiento de las Escrituras, los “Fariseos” tenían mucha presencia en él.
Los jefes de los sacerdotes, el rey y el pueblo se desviaron del camino que les mostró el Señor, ellos le respondieron con infidelidades para seguir las costumbres de los gentiles, lo abandonaron y comenzaron a practicar las costumbres de ellos. Él les mandó unos mensajeros para que les comunicara su mensaje de cambio, no los escucharon, se burlaron de los profetas, Dios se enfadó y los castigó… ¿Cómo lo hizo?
Permitiendo que los “caldeos” invadieran Israel, los derrotaran, mataran a muchos de ellos, destruyeran los palacios y el Templo y se llevaran cautivos a Babilonia a los que sobrevivieron. El Señor, por mediación del profeta Jeremías, les anunció: [Hasta que el país haya pagado sus sábados, descansará todos los días de la desolación, hasta que se cumplan los setenta años.].
El pueblo deportado estuvo cautivo durante el tiempo que les anunció el Señor en la profecía y, una vez concluido, ayudó a Ciro para que conquistara Babilonia, él reconoció los hechos, los proclamó con la palabra y por escrito, devolvió la libertad a los judíos y regresaron a Israel.
Pablo afirmó que la salvación de los hombres de todos los tiempos se alcanzó con la muerte y resurrección de Jesús porque Dios quiso que fuera un regalo de Él para todos… ¿Por qué?
Porque así no estaría sujeta a la buena o mala conducta que tengamos y nos evitaría que tengamos la tentación de presumir de haberla alcanzado con nuestras obras cuando la realidad es otra, es fruto de su gran misericordia.
A pesar de ellos las personas debemos saber que, como nos creó libres, siempre tendremos que elegir durante nuestra vida por el camino que deseamos viajar, el de la LUZ o el de las TINIEBLAS.

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