jueves, 27 de noviembre de 2014

¿SOMOS LIBRES DE VERDAD O NOS TIENEN ALIENADOS?


Capítulo I
Colaboración de Paco Pérez



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Cuando nos acostumbramos a vivir en un “estado de bienestar” bastante bueno –el que hemos disfrutado en España es un ejemplo- pues lo que recibimos o disfrutamos por él es un bien que consumimos a diario y, además, lo hacemos de tal forma que no nos paramos a pensar en las razones que nos facilitan que el regalo de esa situación sea placentero.
Durante bastantes años, yo diría que demasiados, los españoles vivíamos en unas condiciones de convivencia en las que nuestras libertades estaban muy limitadas, nuestras posibilidades económicas también y, como consecuencia de ello, nuestro “estado del bienestar” era tan pobre que no permitía a la mayoría de las familias tener lo más elemental. Esta situación se repitió  pero no fue agradable porque las penurias de toda índole hacían sufrir a demasiadas personas.
Cuando llega el momento del cambio por la ley de vida que es la muerte entonces ésta nos coloca a todos en el mismos sitio, a los opresores y a los oprimidos: [En una caja de madera de mayor o menor categoría y en un habitáculo de mármol, tierra o ladrillos.]
Quienes vivimos aquellos momentos no teníamos, entonces, nada más que un deseo… ¡¡¡Vivir en LIBERTAD y en PAZ gobernados por un nuevo régimen que fuera justo y democrático!!!
Entonces este sentimiento estaba bien amarrado en nuestra sociedad porque todavía vivían personas que no deseaban rememorar el pasado y por ello aconsejaban a sus hijos sobre qué era lo mejor para todos en aquellos momentos, cambió nuestro horizonte y nuestra visión del panorama persona era más bello.
Llegado el momento los nuevos políticos salieron a la escena y, en consenso, tomaron las medidas adecuadas para que entrara un viento fuerte en nuestras instituciones y con él se limpiaran los cajones de las mesas que había en los despachos del anterior régimen para evitar que en ellos pudieran quedar escondidos viejos hábitos de conducta gobernadora.
Conscientes de lo que estaba en juego, la paz, hicieron grandes esfuerzos todas las fuerzas democráticas para alcanzar acuerdos serios, aunque no fueran del agrado de todos y por eso construimos un modelo que durante años fue un espejo en el que se miraba la comunidad internacional, alababan en el exterior lo que habíamos conseguido y nos ponían como ejemplo a imitar cuando la convivencia descarrilaba en alguna nación.
Nos regalamos una Constitución que, sin ser un modelo perfecto porque todo es mejorable, permitió a todos los españoles conseguir, más o menos, un modelo organizativo que nos reportó el poder pasar de una situación de miseria a ser, en unos años, la OCTAVA economía mundial aunque no formáramos parte del selecto grupo de países que integraban el G-8: Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Japón, Italia, Canadá y Rusia. Éstos forman la élite económica mundial por su poder industrial, exportador y militar y ello les proporciona el controlar los dos tercios de la riqueza del planeta y el 50% del comercio.
Pues, estando tan cerca de ellos, habría que preguntarse sobre las causas reales de la situación tan compleja en la que estamos embarcados desde hace unos años y, a ser posible, hacer una reflexión profunda de nuestra realidad económica. Al hacerla no deberíamos de olvidarnos de esta otra realidad… ¡¡¡Los presuntos culpables de todo lo que nos ocurre son, de manera mayoritaria: los políticos, el capital y los ciudadanos.
Los políticos son nuestro primer problema social porque, siguiendo la historia de nuestra genética en la gobernanza, se olvidaron de que en la época colonial los barcos venían cargados con las riquezas que robaban a los indígenas y, a pesar de ello, como nuestros reyes se dedicaron siempre a vivir al día gastando lo que recibían sin esfuerzo pues no tuvieron la visión del buen estadista que sabe administrar lo ajeno como propio, así dilapidaron y no invirtieron en progreso. En los países nórdicos sí fueron avezados en esa forma de gobernar pues montaron industrias para vendernos sus productos y llevarse nuestras riquezas, con ellas ampliaron su tejido industrial y ahora disfrutan de un nivel de vida muy superior al nuestro.
En nosotros se cumplió el principio de que todo el dinero que entra de mala manera y sin esfuerzo se va rápido y sin provecho.
Si somos objetivos comprenderemos que lo que nos ha pasado en estos años de bonanza económica, como consecuencia de entrar en la UE, ha sido que recibíamos subvenciones de ella por ser entonces los miembros pobres y nosotros, una vez más, en vez de montar industrias potentes aprovechando ese maná que nos caía del cielo UE, nos dedicamos a habilitar en los bajos comerciales de las calles de nuestras ciudades unas impresionantes oficinas inmobiliarias para engañar al viandante vendiéndole ostentación y a plantar grúas gigantes en los terrenos recalificados a golpe de talonario inflado para que los  pillos de España se convirtieran en los nuevos ricos.
Es cierto que crecimos con la nefasta “burbuja inmobiliaria” durante unos años pero también es verdad que el periodo de esplendor económico vivido durante esos años nos llevó a un “estado de bienestar” falso pues no se correspondía con nuestras posibilidades reales y eso nos hizo vivir durante unos años en un edificio que tenía una fachada impresionante pero que se sustentaba sobre unos débiles pilares de barro.
Los políticos tenían la obligación de conocer esa realidad pero, como la mayoría no trabajan para servir y sí para servirse, permitieron o propiciaron que todos los estamentos oficiales dejaran de cumplir la función legal que justificaba su existencia y debieron de mirar en todas las direcciones menos en la correcta porque no cumplieron con su cometido y permitieron que nos fallaran:
1.- La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)
Ésta fue creada por la Ley 24/1988 del Mercado de Valores. Este organismo nació para supervisar e inspeccionar los mercados de valores españoles y la actividad de las personas que intervienen en ellos. Esto supuso una reforma importante y a fondo del sistema financiero español, eso es lo que creíamos los españoles.
Unos años más tarde se reformó de nuevo con las Leyes 37/1998 y 44/2002, éstas fueron una reforma de lo anterior para adaptar lo que ya teníamos legislado sobre el tema a las nuevas exigencias que se nos imponían por la entrada en la UE.
Este organismo tiene como objetivo: Velar por la transparencia de los mercados de valores españoles, fijar unos precios correctos y proteger a los inversores.
Unos años después tuvimos la demostración palpable de su inutilidad con los problemas ocasionados al inversor en: El “Fórum Filatélico”, “Gescartera”…
¿Ha cumplido en estos casos la CNMV con la función legal que inspiró su creación?
Un montón de españoles están en la indigencia por su culpa.
2.- El Banco de España
En España, antes de entrar a formar parte de la Unión Económica y Monetaria (UEM) el 1 de enero de 1999 fue necesario modificar la Ley de Autonomía del Banco de España para recoger en ella la potestad del Banco Central Europeo (BCE) a la hora de establecer la política monetaria de la zona euro y sus facultades en la política de tipo de cambio. También para adaptarse a las disposiciones del Tratado de la Unión Europea (TUE), a los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) y a las orientaciones e instrucciones emanadas del BCE.
Una vez que todo estaba en marcha pues ya sólo le faltaba cumplir con sus funciones propias para servir a los españoles sin fallar en el engranaje de la UEM.
Del conjunto de funciones que le competen voy a resaltar dos de ellas:
a) Promover el buen funcionamiento y la estabilidad del sistema financiero y de los sistemas de pago nacionales, sin perjudicar las funciones del BCE.
Aquí entran las operaciones de provisión urgente de liquidez a las entidades.
Lo han hecho pero yo me pregunto como persona poco preparada para responder… ¿No hubiera sido mejor dejar que quebraran las entidades que gestionaron muy mal e inyectar el dinero de sus rescates a las familias hipotecadas para que pagaran su trampa?
De ser así, tal vez, las familias no hubieran sido estranguladas por las entidades bancarias que suspendieron sus deberes y éstas hubieran recibido su dinero de los préstamos que el Estado hubiera dado a las familias. Ellas prestaron y hubieran recibido, el tema ya estaría resuelto… ¿O no?
De haberlo hecho con esta propuesta se hubieran aislados los problemas de ellas y hubieran quedado al descubierto sus malas inversiones en las compras que hicieron de “activos tóxicos” a los bancos americanos y que vendieron como “imposiciones a plazo fijo” a los humildes ahorradores, dejándolos en la ruina. Así las consecuencias de sus inversiones malas habrían sido de su exclusiva mala gestión y, por ella, las tendrían que haber pagado los accionistas que durante muchos años se ufanaban de un reparto sustancioso de ganancias… ¡¡¡Ahora les habría tocado perder a ellos y no a los de siempre!!!
b) Supervisar la solvencia y el cumplimiento de la normativa específica de las entidades de crédito, otras entidades y mercados financieros cuya supervisión se le ha atribuido.
A mi entender, no ha cumplido con esa función porque ha permitido que, durante muchos años, los “Consejos de Administración” de las entidades bancarias hayan sido ocupados por las personas incultas que los sindicatos y los partidos políticos les colocaban por ley.
Las consecuencias de este mirar para otro sitio del Banco Central de España nos ha llevado a la situación caótica de nuestro sistema económico.
¿A quién hay que responsabilizar?
Para mí queda muy claro, los que estuvieron al frente y lo consintieron.
3.- Los políticos
Una gran cantidad de ellos no han gestionado para el bien de la ciudadanía y sólo se han preocupado de hacerlo para sus partidos y, de paso, para ellos.
Para llegar al poder comenzaron gritando… ¡¡¡Viva la libertad!!!
Cuando el PODER fue de ellos gestionaron siempre con los mecanismos dictatoriales que habíamos repudiado, lo han hecho y hacen así para imponer leyes que les favorezcan a ellos y no se preocupan jamás de que el “estado del bienestar” sea cada vez mejor. Ahora lo complicado es mantener bajo mínimos lo logrado.
Las leyes que nos proponen no son aprobadas por una necesidad objetiva y sí para permitir a quienes gobiernan obtener ventajas electorales. Ejemplos:
1º.- Papeles para todos buscaba engordar las listas electorales de personas extranjeras que, en el futuro, los votaran como agradecimiento por la medida adoptada para regular su situación en España.
2º.- Una Ley de Educación que permite pasar de curso sin aprobar genera un montón de incultura, ahí están los resultados emitidos en el informe Pisa, así se favorece la intención de voto sin un criterio objetivo que busque el bien de la nación. La incultura vota de manera subjetiva y no busca, con objetividad, el bien colectivo.
En Andalucía nadie se inmuta con los miles de millones de euros que se han perdido, ya sabéis en qué.
3.- Una Ley del aborto que permite matar a los inocentes. Esto ocurre porque la LIBERTAD ayuda a que, quienes se hacen llamar progresistas, aprueben leyes que protejan a ciertas especies vegetales y a los animales del maltrato (postura muy correcta y loable) pero, incomprensiblemente, luego no dan importancia a que una criatura sea destruida en el vientre de su madre.
¿Tiene esta postura sentido?
Podríamos seguir enumerando ejemplos pero… ¿Serviría de algo?
Por ejemplos como estos hemos caído en la “dictadura de la demagogia alienante” donde todo vale… ¿Sabéis por qué?
Porque el “Sistema judicial” no cumple con la función que le corresponde, bien porque no le dejan o porque procede en las resoluciones judiciales con total subjetividad interesada.
Los políticos no han adaptado la Constitución a los cambios de los tiempos a tiempo, nos imponen ajustes pero ellos siguen con sus despilfarros, no están dispuestos a revisar el “Estado de las autonomías” porque quedarían sin biberón la inmensa mayoría de ellos.
Sí han conseguido volver a dividir a los españoles, Cataluña pide la separación de España para que les regalemos el resto los cerca de 60 000 mil millones de euros que han malgastado… ¿Sigo o paro?
4.- Los españoles
Nosotros también somos culpables, que se salve el que pueda, porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, la bonanza financiera nos hizo creer que éramos ricos y por eso nos dio a muchos por adquirir buenas viviendas, coches potentes, vacaciones… Los pobres criticamos a los ricos para luego hacer como ellos cuando se nos presenta la ocasión, para eso no hace falta tanta filosofía barata.
Esto nos llevó a vivir al día y a no ahorrar, cuando hemos sido estafados por el sistema financiero, nacional e internacional, los primeros en caer hemos sido los pobres.
También hemos vivido muchos años engañando más de la cuenta con subvenciones, percepción de subsidios sin corresponder, no pagando los seguros sociales del trabajo prestado para no perder lo anterior, negándonos a pagar el IVA de las facturas…
Ahora, como despedida, un atardecer tomado en Roquetas de Mar el 21 de agosto pasado para que todo no sea desagradable…



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