jueves, 29 de enero de 2015

VERSOS SUELTOS

Colaboración de José Martínez Ramírez
Entrega III

                     VII
A veces, por las noches, mi hijo
me pide historias con final feliz,
fantasías y verdades,
historias que me obligan a mentir.

Intento provocar admiración
y risa, a veces lo consigo,
pues su ignorancia lo permite.

Él, ávido de aprendizaje,
las devora, las hace suyas,
me pide más, no puedo ofrecérselas
y me siento un inútil
cuando prende mi mano fuertemente.

Hoy le he gritado, como un energúmeno.
Él, con el solo gesto de un abrazo,
me ha envuelto y me ha vencido.

Otra vez, de madrugada,
él dormía, yo respiraba su aliento
y así sentí la paz más grande.

                    VIII
Quieta como un ídolo.
Tal vez, debajo del movimiento
incesante de las cosas
exista la quietud.

Tal vez, debajo del ruido
exista el silencio.

Llámame cuando te hayas ido,
cuando las olas se recojan
bajo su fría espuma.

                  IX
La higuera, el lentisco,
el olivo, el laurel…
¡Arboleda de mi cuartel!

El galán, el limonero,
el viento de otoño,
el griterío de niños…
¡En el patio del cuartel!


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