domingo, 1 de marzo de 2015

LA TRANSFIGURACIÓN DE JESÚS EN EL “MONTE TABOR”

Colaboración de Paco Pérez



En la historia del pueblo de Israel la relevancia de los montes es grande porque en ellos ocurrieron acontecimientos importantes.

Dios les anunció ahí acontecimientos futuros y les dio normas o leyes, por ejemplo:
- Abrahán recibe el anuncio del Mesías y ese hecho hará que él sea cabeza de un gran pueblo.
- Moisés habla con Dios y recibe las “Tablas de la Ley”.
- Jesús se “Transfigura” ante sus tres apóstoles más críticos: Santiago, Juan y Pedro.
Los montes permiten ver las cosas desde una posición envidiable:

Si contemplamos un bosque desde su interior, o muy cerca, sólo podemos ver unos cuantos árboles y los elementos más próximos.
Si nos elevamos entonces contemplaremos un conjunto bello integrado por casas, árboles, ríos, lagos o animales; por ejemplo.
Podemos estar en el mismo paraje pero dependerá de dónde nos posicionemos para obtener una visión u otra del lugar, pues igual ocurre con las cosas de la vida y de Dios.

Si cumplimos las normas divinas Dios estará siempre con nosotros y de esa forma a nada tendremos que temer, entonces… ¿Por qué nos preocupamos tanto por nuestro futuro y realizamos acciones conflictivas en los ambientes donde nos desenvolvemos, sociedad o familia?
El color blanco deslumbrador es único e inigualable, estuvo en Moisés cuando bajó del monte y se repitió en el resplandor que presencian los tres discípulos en el momento de la “Transfiguración” en el monte Tabor… ¿Tiene explicación?
Se interpreta como un estado en el que las personas que experimentan ese colorido en su piel han alcanzado un estado de transformación interior tal que esa luz es un reflejo de la gloria del Señor, ellos se han transformando en su imagen con esplendor creciente, bajo la acción del Espíritu Santo.



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