miércoles, 7 de octubre de 2015

LAS COOPERATIVAS

Colaboración de José Martínez Ramírez

En la noche, mientras el campesino
descansa y los olivos sufren la helada,
los intestinos de la fábrica viven sumidos
en el trajín de la moltura domada.

Suspendido el aroma, en el cielo zaíno,
de aceite nuevo que arropa el pueblo, mezclada
con el viento de los inviernos tan fríos
cae verde, escurridiza y callada.
Se espesa en un denso y quieto río
de paz y mansedumbre para, una vez filtrada,
sucumbir a los placeres del niño
que, en los brazos maternos, lloraba.

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