viernes, 12 de enero de 2018

AQUÍ SIGO AMADA MUSA

Colaboración de José Martínez Ramírez
                               II
Pensando en ti,  ya ves, esta madrugada
de ventisca y lluvia que golpea,
incesante el cristal de mi ventana,
mientras miro la llama de la chimenea.

No te pido ya compartir las manzanas
que un día sembramos en el mar de Nerea.
Ni lecho, ni un baño de diosa romana,
ni niños y ni una boda untada de brea.

Quiero que escuches barcos de porcelana,
la magia de las notas de una guitarra,
la quietud desesperante de una piedra…

Que cierres fuertemente los ojos,
cuando el sol te abrace como la hiedra,
y veras nevar en Julio en Villargordo.

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